4 de diciembre 2020
Las pérdidas del sector pesquero por el impacto de los huracanes Eta y Iota en el Caribe Norte ascienden a 11.5 millones de dólares, según estimaciones preliminares de la Cámara de la Pesca de Nicaragua (Capenic), que continúa evaluando los daños con sus agremiados para obtener un consolidado.
Aunque los huracanes arrasaron el Caribe Norte, donde la pesca es una de las actividades económicas más importantes, las lluvias dejadas por los ciclones también provocaron daños en zonas de pesca, ubicadas en la región del Pacífico, como El Ostional, El Astillero, en Rivas, y en Chinandega, donde la acuicultura tiene un peso importante, explica Armando Segura, director ejecutivo de Capenic.
Esta Cámara no tiene datos concretos sobre las incidencias en estas zonas, pero están enterados que otras organizaciones trabajan en una evaluación general de las pérdidas del sector a nivel nacional, que podría estimarse en 20 millones de dólares, y con las cuales coinciden.
Solo en el Caribe Norte, alrededor de 5000 pescadores fueron impactados casi en su totalidad por los huracanes. Se contabilizan de 300 a 400 lanchas artesanales destruidas por completo; 60 barcos industriales con algún tipo de daño, y se reportó la pérdida de 150 mil nasas (redes para pescar). A eso se suma que el 90% de los centros de acopios fueron dañados, con la salvedad que aún quedan otros que no se han podido visitar, explica Segura. Entre Bilwi y los Cayos Miskitos se contabilizan 12 centros de acopio.
También hubo daños a instalaciones físicas de plantas pesqueras y plantas procesadoras. Segura considera que “este es el mayor desastre de su vida —en referencia a los pescadores del Caribe— porque se llevó su barco, se llevó su motor, se llevó sus redes, sus nasas, etcétera y quedaron sin nada”.
"Como yo vivo de la pesca, mi lancha se fue, se reventó, no la he encontrado. Estamos tristes, estamos preocupados por eso", señala Ramón Sedeño, pescador de Wawa Bar, quien perdió su lancha y trasmallos en paso de Iota.
Desde las empresas pesqueras han canalizado ayuda para sus colaboradores, que consiste en materiales de construcción y víveres, pero es evidente que se requiere de mayor planificación y un trabajo de consecución de recursos para que el sector pueda recuperarse, explica Segura.
La vicepresidente y primera dama, Rosario Murillo, dijo la semana pasada que entregarían equipos de pesca, pero no ahondó en mayor información.
En el Caribe Norte se pesca langosta, caracol, pepino de mar y diversas especies de pescado. Solo la pesca de langosta significa anualmente 70 millones de dólares para esa región, dijo Segura.
Recuperar sus equipos de pesca, principalmente, las embarcaciones, requiere de mucho trabajo y apoyo financiero. Hay familias que lo perdieron todo, dijo Segura. El régimen orteguista calculó las pérdidas económicas dejadas por los huracanes en más de 742 millones de dólares, según un informe preliminar.
Huracanes rematan caída del sector
Antes de los huracanes, el sector pesca ya reportaba pérdidas a causa de la pandemia de covid-19. Los precios de los productos de la pesca y acuicultura en los mercados internacionales disminuyeron, lo que provocó que las estimaciones por pérdidas en exportaciones para finales de este 2020 rocen los 35 millones de dólares, lo que representa una caída entre el 11% y 12% en relación con 2019, cuando el sector registró 316 millones de dólares en exportaciones.
“Esa es la estimación de la caída de unos 30 a 35 millones, que significa más o menos un 11 a 12%, que está directamente vinculada con la disminución de precios en los mercados internacionales, pero también por los recientes huracanes”, subraya Segura.
De enero a agosto, las exportaciones del sector pesquero acumularon 74 millones de dólares, lo que significó una disminución interanual de 15.3%, debido principalmente a la baja en las exportaciones de langostas (27.3%) y pescados frescos (14.1%), según el más reciente informe de Comercio Exterior publicado por el Banco Central de Nicaragua (BCN).
Desde Capenic proyectan cerrar el año con unos 280 millones de dólares generados por las exportaciones de los productos del mar. Segura explica a CONFIDENCIAL que este sector es eminentemente exportador, y por ende, se ven directamente afectados cuando la economía internacional cae, como sucedió con la pandemia que puso en negativo las proyecciones del crecimiento mundial.