31 de marzo 2022
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La invasión rusa a Ucrania trastocó el comercio mundial, al presionar al alza los precios internacionales de muchas materias primas, entre ellas, varios productos que Nicaragua exporta o importa, lo que significa que, al final del año, habrá ganadores como el oro, café, maní, y azúcar de caña, mientras a nivel local, los consumidores tendrán que pagar más por los combustibles, el arroz, los frijoles, el pan, y varios materiales de construcción.
La invasión a Ucrania hizo que se elevaran los precios del petróleo, además de insumos como hierro, acero y aluminio, y alimentos como el trigo, que se produce profusamente, tanto en las tierras del agredido, como en las del agresor ruso.
Un economista que accedió a explicar sus puntos de vista a CONFIDENCIAL, con el compromiso de mantener su anonimato, recordó que “nuestro comercio con Rusia es marginal, exceptuando el trigo, lo que puede impactar el costo del pan, pero tendremos costos directos e indirectos en los rubros donde Rusia es un actor de peso mundial”.
Datos oficiales del Banco Central de Nicaragua (BCN), muestran que, a lo largo de todo el 2021, el país importó 31.5 millones de dólares provenientes de ese país, al que se le vendieron mercancías por 13 millones de dólares.
El economista detalló que “al disminuir la oferta, rubros como petróleo, gas, trigo, hierro, níquel, acero, aluminio y otros minerales, tienen alzas elevadísimas, lo que generará inflación en Estados Unidos, Europa, y resto de mercados, inflación que a su vez, se reproduce en mercados dependientes”, como el nuestro, al punto que “todo lo que se elabora con esas materias primas está con tendencia alcista de dos dígitos”.
Nicaragua será “directa e indirectamente afectada”, dado su papel como importador neto de petróleo, combustibles y gas, además de trigo, materiales de construcción, vehículos de trabajo y de uso personal y familiar, electrodomésticos, etc., explicó el experto.
Buenas noticias para el oro, café y azúcar
El oro comenzó el año ligeramente por encima de los 1800 dólares la onza, y siguió subiendo con el transcurso de los días. Aunque las noticias del inicio de la guerra le llevaron a caer 1.6%, su precio repuntó hasta 2041 dólares al 7 de marzo, moderándose en los días siguientes, hasta quedar en 1924 dólares este miércoles 30.
Los productores de café han recibido noticias agridulces. Después de ver cómo el precio del grano se elevaba y mantenía alto durante buena parte de 2021, y tocaba la cima de los 250 dólares el 31 de enero, su precio disminuyó hasta aparcarse en poco más de 220 dólares el quintal, en donde se ha mantenido pese a la guerra.
Finalmente, el azúcar, cuya fluctuación diaria se mide en centavos, se elevó hasta 19.48 dólares este 30 de marzo, siendo su tercer punto más alto, en contraste con el más bajo, que fue de 17.85 dólares, negociado el 9 de enero pasado.
Una fuente que conoce el comportamiento de los precios internacionales de ese commodity, consideró que “aún es muy temprano para saber las afectaciones, pero creemos que serán positivas para el sector, porque ni Ucrania ni Rusia podrán sembrar toda la remolacha que usualmente siembran, con lo que la oferta global de azúcar será menor, así que los precios internacionales probablemente se mantendrán en niveles adecuados”.
El arroz (el país importa cerca de un tercio de su consumo anual) y los frijoles (Nicaragua es autosuficiente en este alimento, del que exporta un porcentaje), deberían subir su precio al consumidor mientras siga creciendo el costo de los fertilizantes, que también se ha visto afectado por las turbulencias de la guerra.
Hay riesgo de que suba el pan
En el otro extremo, uno de los productos cuya alza ha sido más pronunciada, es la del trigo que se usa para elaborar la harina con la que se hornea el pan. Información disponible en línea, muestra que el conflicto europeo encontró a los mercados del trigo en una tendencia alcista de larga data, que comenzó en septiembre de 2021, y representó un incremento de casi 26%, con lo que la tonelada de trigo cerró el mes de marzo en 327 dólares.
Durante muchos años, el país compró su trigo en Estados Unidos y Canadá, pero el inicio de las donaciones rusas llevó a que se cambiara de proveedor, al punto que ahora, Enimport lo recibe desde Rusia, y lo vende a las tres harineras del país.
Si bien es poco probable que Rusia deje de exportar el grano -porque ese país requiere de todos los dólares que pueda captar- sí hay dudas sobre la posibilidad de que Nicaragua pueda seguir haciendo negocios con Moscú, siendo que las sanciones imposibilitan transar con muchas entidades de ese país, incluyendo varios de sus bancos principales.
Construir también será más caro
Los constructores tampoco están muy tranquilos, porque la tonelada de acero aumentó sus precios de forma sensible: de 800 dólares que costaba la tonelada en 2020, hasta los 1100 en que se cotizó en 2021, y los 1300 que ya alcanzó en 2022, según datos aportados por una fuente del sector.
“Creemos que los precios seguirán incrementando por falta de proveedores, pero además, porque gran parte del acero -por no decir su totalidad- venía de lugares cercanos a los que están siendo afectados por la guerra”, precisó la fuente.
A eso se añade los efectos de la crisis logística mundial, que “viene a contribuir con este problema, ya que las empresas deben tener mejor planificación y coordinación para abastecerse, lo que también incrementa los gastos administrativos”, y al final se traduce en un alza de los precios que terminan pagando los consumidores.
“Estas alzas no siempre se trasladan al precio de venta. Como empresa, a veces tenemos que sacrificar ganancia para mantenernos competitivos, así que hemos absorbido parte del incremento, pero ya está llegando a un nivel tan alto, que estamos comenzando a tratar de trasladarlo al precio de venta”, complementó.
El administrador de una empresa del rubro de la construcción, detalló que Rusia exportaba unas 70 millones de toneladas de acero, mientras que Ucrania lanzaba al mundo otras 40 millones más, por lo que resulta difícil encontrar quién pueda suplirla en poco tiempo. “China podría intentarlo, pero han tenido que cerrar varias fábricas por razones ambientales”, aclaró.
La fuente detalló que el quintal de varillas de hierro ya llegó a 1000 córdobas, pero el sector teme que llegue a 2800, mientras esperan que el cemento también siga subiendo, después de elevar su precio en 8% en diciembre, más los dos incrementos, de 10% cada uno, observados en el transcurso del presente año.
