4 de abril 2019
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El dictador Daniel Ortega demandó a la comunidad internacional "voluntad" para que, según él, se restablezca la paz en Nicaragua, haciendo alusión a no continuar con las sanciones que han advertido Estados Unidos y la Unión Europea en contra de su régimen. Ortega hizo el llamado ante 13 embajadores concurrentes, durante la presentación de sus cartas credenciales, mientras la negociación entre su dictadura y la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia finalizó este miércoles sin acuerdos sobre justicia y democracia.
“Esperamos, sí, que exista la disposición, la voluntad como se ha venido demostrando en esa mesa de negociación, que también exista esa misma voluntad de los factores externos que siempre inciden en este tipo de negociaciones, donde hay factores externos que quieren realmente que Nicaragua restablezca nuevamente la estabilidad, la seguridad, la paz, que fortalezca la democracia", manifestó Ortega.
En su discurso, el dictador destacó los acuerdos firmados en la negociación con la Alianza Cívica, pero que en realidad no han sido cumplidos por parte de su régimen. Ortega, además, llamó extremistas "con discursos terroristas" a quienes lo adversan y demandan justicia y democracia.
“Se están logrando acuerdos, pero están siempre las fuerzas que no quieren paz, que no quieren estabilidad para Nicaragua. Siempre están esas fuerzas, es normal, en todas partes del mundo existen esas fuerzas extremistas que irrumpen amenazando el bienestar y la estabilidad, ya no solamente de países como Nicaragua, sino que también amenazando la estabilidad y seguridad en países desarrollados. Se van posicionando extremistas, radicales, con discursos terroristas, fascistas y estamos en esa lucha”, dijo Ortega.
De igual forma, el dictador culpó --una vez más-- a quienes exigen su renuncia por el aumento de los índices de violencia en el país: "Hasta el mes de abril del año pasado (2018), donde, bueno, hubo una explosión de terror, terror, terrorismo, que se manifestó con toda claridad después, como una acción dirigida a derrocar al gobierno y eso traía como consecuencia lógicamente una amenaza seguridad, a la estabilidad, a la paz, al bienestar. A los índices que Nicaragua había logrado alcanzar en el combate a la pobreza. Una conspiración”, señaló.
El Acuerdo de París y ni una palabra sobre Indio Maíz
El discurso de Ortega también coincidió con el primer aniversario del incendio en la Reserva Biológica Indio Maíz, donde la negligencia de su gobierno permitió que se quemaran 5551.33 hectáreas de bosques y originó protestas que semanas después se convirtieron en una rebelión ciudadana. Sin embargo, el dictador se limitó a criticar el Acuerdo de París, el último tratado mundial sobre el medio ambiente, un documento que su gobierno no suscribió.
“El Acuerdo de París fue un esfuerzo muy grande para aproximar posiciones, pero luego han venido siendo debilitados los Acuerdos de París, mientras los científicos de las naciones, de los Estados, que incluso ya desconocen los acuerdos de París, afirman y aseguran que la destrucción provocada por el calentamiento global ya no es una amenaza de largo o mediano plazo, sino que es una amenaza que está provocando daños y que va a provocar daños mucho mayores en el mediano plazo”, expresó Ortega.
Mientras Ortega habló del "cataclismo" que está provocando el calentamiento global, no dijo ni una sola palabra sobre el estado actual de la reserva de Indio Maíz, que un año después del incendio se encuentra con mayor presencia de colonos y con un gran avance de la ganadería.
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Rodeado de países socialistas
Entre los diplomáticos que entregaron sus cartas credenciales a Ortega se destacan: el embajador de República Socialista de Vietnam, Nguyen Trung Thanh, concurrente desde Cuba; el embajador de la República de Filipinas, Demetrio R. Tuason, concurrente desde México; el embajador de Osetia del Sur, Narim Kozaev, concurrente desde Moscú; el embajador de Abjasia Zaur Konstantinovich Gvadzhava, concurrente desde Venezuela y el embajador de Hungría, Iván Pál Medveczky, concurrente desde México.
Asimismo, fueron recibidos: la embajadora Rut Krüger Giverin, del Reino de Noruega, concurrente desde México; embajador Anders Kompass, de Suecia, concurrente desde Guatemala; embajador Valentin Modev, de la República de Bulgaria, concurrente desde México; embajador de la República de Zambia, Ngosa Simbyakula, concurrente desde Washington; embajador de la República de Polonia, Leszek Bialy, concurrente desde Panamá; embajador de Yemen, concurrente desde Cuba; Mohamed Saleh Nasher; embajador de la India; Ravi Thapar, concurrente desde Panamá y la embajadora de Irlanda, Barbara Jones, concurrente desde México.
