15 de febrero 2024
El adolescente Yahir Pérez publicó en Instagram una imagen de su papá y su tío, Walter y Carlos Arturo Pérez. Era una fotografía de hace 45 años, de dos jóvenes exhibiendo sus músculos. Actualmente, Walter, de 61 años, y Carlos Arturo, de 62 años, mantienen la misma figura atlética de esos tiempos.
La imagen de los hermanos Pérez, sordos y originarios de Santa Teresa, Carazo, se volvió viral en octubre de 2023. El éxito de la publicación llevó a Yahir, de 15 años, a eliminar todo su contenido y publicar únicamente fotos y vídeos de su papá y su tío, conocidos en su pueblo como los “gemelos de mármol” o “hermanos de hierro”.
“Primero se hizo viral en Instagram, luego la subí (la misma imagen) a TikTok, donde tuvo mucho impacto. Ahora, con apoyo de Bayardo Reyes (amigo de la familia), subimos contenido de mi papá y mi tío”, explica Yahir Pérez.
El perfil en TikTok de hermanos_perez.nic supera los 103 000 seguidores y sus videos registran más de 800 000 reproducciones y 2.9 millones de me gusta. Su contenido se basa en rutinas de ejercicios, recetas saludables, y un recorrido por sus 45 años como fisiculturistas.
Por su condición auditiva, amistades y familiares los apoyan para producir su contenido. Sábados y domingos por la noche suben los materiales y contestan preguntas de sus seguidores.
En cada video los fisiculturistas, explican su condición auditiva, escogen la rutina a grabar y subtitulan los videos. Además, la historia de estos deportistas fue compartida por el reconocido influencer del fitness Gorrino Fuerte, quien los llamó como los “abuelos más fuertes del mundo”. El influencer tiene unos 2.79 millones de suscriptores en su canal de YouTube y 1.4 millones de seguidores en TikTok.
Levantan pesas desde la adolescencia
Los hermanos Pérez se metieron al mundo de las pesas y las mancuernas en su adolescencia. “A los quince años yo salía a vender el diario La Prensa, y miré a Eduardo Lopéz (un joven recién llegado al pueblo) que levantaba pesas y hacía ejercicios. Eso nos inspiró, comenzamos a levantar piedras en el patio de la casa, aunque después nos dolía; entonces, empezamos a amarrar piedras a unos tubos”, recuerda Walter entre balbuceos y señas.
Walter no nació sordo, aunque sí tenía problemas para escuchar. Perdió la audición cuando estaba en segundo grado de primaria. Carlos Arturo nació sordo. Su mamá le enseñó a leer y escribir.
Al principio, los “hermanos de hierro” entrenaban para “tener un buen cuerpo”. Sin embargo, sus vidas tomaron otro camino en 1988, cuando Hernán Flores, entrenador y fisicoculturista de Managua, llegó a Santa Teresa y quedó impresionado con sus cuerpos, esculpidos a punta de pesas artesanales.
“Íbamos todos los días al gimnasio en Managua, a hacer ejercicio, y nos pagaba la comida y el pasaje, porque no teníamos dinero”, menciona Carlos Arturo, mientras su sobrino ayuda a interpretar sus señas.
“Hernán nos enseñó a posar, nos llevó al gimnasio Hércules en Managua, para que hiciéramos ejercicio y hacíamos dos horas diarias, además toda nuestra preparación fue al natural con ejercicios y alimentación”, añade Walter.
"Abuelos" fisicoculturistas con 16 medallas y 20 trofeos
Un domingo 27 de agosto de 1988, pisaron por primera vez una competencia. Carlos Arturo se llevó el primer lugar de Míster Nicaragua Senior, y Walter quedó en segundo lugar. El triunfo de los hermanos se dio aun con la desventaja de no escuchar los cambios de las músicas, en las que debían cambiar sus poses.
En 1989, ambos participaron en su primer torneo centroamericano, donde Carlos Arturo ganó el primer lugar y Walter el segundo lugar.
Durante la década de los 90, participaron en competencias en Centroamérica, Estados Unidos y Europa. Fueron campeones de fisicoculturismo en la categoría de los 80 kilos. Los hermanos siempre contaron con el apoyo de Hernán Flores (Q. E. P. D.) y empresas nacionales.
Carlos Arturo abandonó las competencias a sus 50 años en 2011, durante los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Ganó un segundo lugar.
“Los fisicoculturistas que nosotros admiramos son Arnold Schwarzenegger y Lou Ferrigno”, comenta Walter con emoción.
Ferrigno es un atleta que también perdió su capacidad auditiva, debido a una infección en el oído y comenzó a levantar pesas en el sótano de su casa, cuando tenía 13 años.
En su juventud, Carlos Arturo levantaba 500 libras en piernas, y en brazos 275 libras; Walter: 500 libras en piernas y 235 en brazos. Por su edad, ahora levantan unas 130 libras en piernas y 40 libras en brazos.
Un motor de tractor y unas máquinas de gimnasio
Estos atletas se las ingeniaron para crear sus pesas. Al participar en competencias, comenzaron a acondicionar su propio gimnasio en Santa Teresa, donde crearon sus propias máquinas y discos que salían de motores de tractores y piezas de camionetas.
“No teníamos dinero cuando comenzamos a hacer el gimnasio. Entonces, (Walter) comenzó a ir donde un amigo a aprender a soldar. Cuando aprendió, hizo sus primeras pesas con rines de camionetas”, cuenta Arturo.
El gimnasio “Hermanos Hércules”, ubicado en una esquina frente a la Alcaldía de Santa Teresa, en su mayoría tiene máquinas hechizas y dos máquinas que les han regalado amistades.
“Soñamos con tener nuestro gimnasio bonito y bien equipado, con más máquinas para que las mujeres puedan ejercitarse. Además, quisiéramos instalar un inodoro, porque no tenemos baño, y un vestidor”, señala Walter.
Aunque la fachada sigue en pie, en la estructura ya se notan los casi 40 años de existencia. Pobladores de Santa Teresa se han organizado para recolectar unos 23 000 córdobas para construir el baño del gimnasio. El dinero será solo para materiales porque varios vecinos se ofrecieron a hacer la construcción gratis.
Los hermanos Pérez cobran una mensualidad de 270 córdobas. El dinero se usa para pagar los servicios básicos, agua y energía eléctrica.
Para las personas y marcas nacionales interesadas en apoyar a estos hermanos se pueden contactar al 8697-5272, con Bayardo Reyes.