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Entre el colapso económico y la negociación política

Juan Sebastián Chamorro: consulta solo si es para liberar presos políticos, restablecer libertades, y negociar reformas para anticipar elecciones

Carlos F. Chamorro

12 de febrero 2019

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El último informe de coyuntura económica de Funides, titulado “Nicaragua en crisis política y socioeconómica”, advierte que, si no hay una salida política que conduzca a elecciones anticipadas, este año la economía podría decrecer entre menos 7 y menos 11%, y decenas de miles de familias no solo perderán sus empleos, sino que quedarán en una condición de pobreza y privaciones.

El economista Juan Sebastián Chamorro, director de Funides, explica en esta entrevista que el deterioro de la situación podría agravarse aún mucho más, como consecuencia del paquete de medidas recaudatorias y nuevas sanciones externas que impondrían Estados Unidos, la OEA, y la Unión Europea contra el régimen de Daniel Ortega.


En sus proyecciones económicas, Funides dice que no está tomando en cuenta el impacto de las sanciones de Estados Unidos y una eventual sanción de la OEA con la Carta Democrática. ¿A qué pueden atenerse los asalariados, los trabajadores por cuenta propia y las empresas sí se acentúa el aislamiento internacional del régimen, como estamos viendo con Venezuela?

Tienen que atenerse a conservar sus empleos lo máximo posible, porque la situación es extremadamente seria. La contracción económica podría ser de la magnitud de 11%, y esto significa un incremento en el desempleo y un aumento en la pobreza general y en la pobreza extrema.

Un problema que tiene Nicaragua, es de que no tiene clase media, el que es no pobre, puede estar calificado también como vulnerable, el 21% de la población está clasificado como vulnerable, y por eso es que los incrementos posibles de personas que caerían debajo de la línea de la pobreza, son bastante grandes, es decir que si pierden su empleo, si pierden algún tipo de transferencia, si pierden algún tipo de programa social, pasarían a ser pobres automáticamente.

Nuestras estimaciones, desafortunadamente, indican que la pobreza extrema se incrementará de 4.5% a 10%, y la pobreza general del 24 a 26%, dependiendo a que encuesta se le quiere creer, aproximadamente a un 32%. De tal manera que este año 2019, si no se busca una solución negociada a la crisis sociopolítica, va a haber más desempleo del que ya vimos en 2018.

El impacto en las finanzas públicas

¿Cómo valoran el impacto que podría tener la crisis política en la fuga de depósitos, la disminución de las reservas internacionales, y en la estabilidad del sistema financiero? La gente se pregunta ¿existe el riesgo de una devaluación de la moneda?

El riesgo aumenta en la medida en que los depósitos se continúen fugando del país. Desde el 31 de marzo al 30 de enero, se han ido del país 1630 millones de dólares, que representan, aproximadamente, el 30% de los depósitos. Los depósitos inicialmente eran 5500 millones de dólares, a la entrada de la crisis, y ahora estamos en 3870 millones. En la medida que esta tendencia continúe, inevitablemente el riesgo de, efectivamente, un problema cambiario es mayor, porque las reservas internacionales igualmente han caído un 30%.

En adición a esto, también hay efectos reales sobre la economía, porque al tratar de contener o mantener la confianza del depositante y mantener un sistema líquido, lo que el sistema financiero ha hecho, ha sido restringir las carteras de crédito, y por eso vemos que en el curso del último año los préstamos personales han caído 18%, los préstamos industriales han caído un 18% también, el comercio un 15%, y las tarjetas de crédito un 13%. Todos estos números son negativos. Esto significa que el crédito está cada vez a niveles más bajos, y esto hace que actividades de la economía real: comerciales, de consumo, industriales, agrícolas, no van a poder ser financiadas en 2019, y por lo tanto, va a acrecentarse la crisis económica.

¿Cómo impacta esta crisis política las finanzas públicas del Gobierno? ¿Puede el Gobierno seguir cubriendo el pago de la planilla del Estado, el subsidio del transporte urbano, el subsidio de energía? El hecho de que el Ministerio de Hacienda le esté pidiendo préstamos al Banco Central, ¿significa que el Gobierno tiene una crisis de liquidez?

Efectivamente, cuando ya emites Letras de Tesorería para que sean ejecutadas con plata del Banco Central, es que estás llegando a tu prestamista de última instancia, que es el Banco Central. Y esto es una señal bastante delicada de la situación de liquidez del sector público. En el Presupuesto General de la República del 2019 se proyectaba ya una caída en el ingreso tributario del 5%, que probablemente esta caída va a ser más, se reducen los gastos de capital en un 11% y, aun así, no logran contener el déficit, más bien el déficit fiscal aumenta de 1.9 a 2.3% del PIB.

Los subsidios están todavía pesando como componente importante del gasto público. La planilla de los trabajadores, esa la han tratado de conservar, pero no creo que pueda ser posible ni viable conservar este gasto corriente por mucho tiempo, ya que las fuentes de financiamiento cada vez son menores, y eso explica también la reforma fiscal.

El paquete recaudatorio: quiebras y más recesión

¿Cuál podría ser el impacto económico de la reforma fiscal en las empresas en caso de imponerse, como lo ha presentado el Gobierno?

En primer lugar, hay que llamar las cosas por su nombre. Esto no es una reforma fiscal, es una medida recaudatoria, son acciones encaminadas a tratar de sacar plata de la actividad económica. Se ha querido vender que es una medida redistributiva, es decir, que los que tienen más, paguen más, y los que ganan menos, paguen menos. Pero esto se contradice con lo que en realidad se está haciendo. La reforma al INSS es el mejor ejemplo, están castigando las cotizaciones de los trabajadores, no estás afectando a las empresas más ricas.

Sobre las medidas recaudatorias fiscales, hay básicamente cuatro grandes elementos: uno tiene que ver con el IVA, que se incluye en el listado de productos que antes estaban exentos, estos son productos de consumo masivo, van a aumentar los costos de estos productos y los precios y, por lo tanto, va a disminuir la demanda en detrimento, también, de los más pobres, porque como el IVA es un impuesto indirecto, lo paga más proporcionalmente a su ingreso el que tiene menor ingreso.

Igual ocurre con el impuesto selectivo al consumo, cuando están clavando ahora mayores impuestos a las bebidas alcohólicas, a los cigarrillos y a las bebidas gaseosas, el impuesto que recae más fuerte en los más pobres, porque no es lo mismo para una persona que gana 1000 dólares, su presupuesto en una gaseosa, que una persona que gana 1000 córdobas, el que gana menos paga más proporcionalmente, de manera automática, cae el argumento que esta es una medida redistributiva de los más ricos a los más pobres.

El aumento del anticipo del 1% al 3% de ventas, es una medida que va a hacer quebrar a una gran cantidad de empresas, y esto lo van a pagar los trabajadores que van a salir a la calle, porque va a dejar sin liquidez a estas empresas con aumentar la retención del 1 al 3%. Y, finalmente, la eliminación de facto del crédito tributario del 1% de las exportaciones, de las empresas que venden productos en el exterior, va a restar competitividad a las empresas exportadoras, y esto significa que, tal vez, algunas empresas exportadoras van a tener que cerrar o despedir gente porque su estructura de costos va a ser severamente afectada.

En conclusión, estas medidas recaudatorias, si bien le podría dar algún tipo de beneficio tributario, en términos generales va a causar mayor inflación, vía aumento de los costos; menor demanda de los productos, mayor informalidad y desempleo; y probablemente entonces estos efectos, combinados, van a generar más bien una menor recaudación, porque va a haber menor actividad económica, porque estás aplicando una medida recaudatoria en el peor momento posible para implementarla, cuando la economía esté cayendo negativo siete, negativo 10%, en ese rango. Entonces realmente, ni les va a rendir, ni tampoco tiene los efectos redistributivos, y más bien va a exacerbar la crisis económica que ya tenemos.

La reforma estaba supuesta a aprobarse la semana pasada, luego se pospuso para este martes, y al cierre de esta semana tampoco se ha aprobado. ¿Hay alguna negociación o propuesta del Gobierno al sector privado sobre esta reforma?

No que sepamos. De hecho, se anunció en El 19 Digital que ya habían concluido exitosamente unas supuestas consultas, habían consultado a la Costa Atlántica, todos los gremios, pero la información que tenemos de las Cámaras que representan la mayor parte de la producción nacional, ni siquiera se han presentado a la Asamblea Nacional, a pesar de múltiples llamadas que han recibido; de tal manera que el sector privado organizado, las cámaras empresariales más bien han expresado su descontento a través de sendos comunicados públicos.

El colapso económico y la negociación

Algunas empresas transnacionales llegaron a decirle al Gobierno que si se aprueba esta reforma, se van a ir del país. ¿El Gobierno está presionando al sector privado? ¿Qué va a hacer el sector privado cuando se aprueben estas reformas?

Las medidas recaudatorias estaban pensadas en ser aprobadas el viernes pasado, y se ha dado este compás de espera, esperando tal vez que el sector privado se vaya a presentar, pero realmente ha sido una posición firme. Es un mensaje bastante claro, que aquí lo fundamental no es la discusión sobre impuestos y la situación económica. Para que eso pueda ser un tema de debate, para poder acudir a una consulta sobre eso, falta la convocatoria más importante, que se hable de la situación sociopolítica actual de Nicaragua, si se va a hacer consulta sobre la liberación de los presos, el restablecimiento de las libertades públicas, la reapertura de los medios de comunicación. No tiene ningún sentido que mientras esté esa situación de 770 presos políticos, que no haya libertad de expresión, que tengás vos que estar en Costa Rica transmitiendo un programa que no puede transmitirse al aire, mientras esas condiciones de anormalidad persistan no tiene ningún sentido estar discutiendo políticas económicas, como que si lo otro no estuviera pasando.

La agenda nacional, lo que la gente está pidiendo, es que se resuelva de una vez por todas la crisis sociopolítica que estamos enfrentando actualmente, y no va a ser a través de medidas tributarias o fiscales, que se va a poder llegar a esta solución.

Como se llega a esa solución política, cuando el Gobierno no ha mostrado voluntad política, ¿la empresa privada está apostando a la inercia del colapso económico, o acaso contemplan la posibilidad de ejercer otras formas de presión? ¿Están esperando a que la economía genere presión al Gobierno para negociar, o van a presionar al Gobierno para llegar a esa negociación?

En términos de generar presión, ha sido bien difícil ejercerla. El mes pasado, pedimos de nuevo una solicitud de una marcha pacífica, y fuimos atacados. El sector privado, desde el primer día de las protestas, ha estado junto al movimiento azul y blanco y al pueblo para demandar la solución a la crisis actual, nos dijeron hasta de diabólicos, y un montón de acusaciones por la Policía Nacional. Quedan otras opciones, pero en este momento es tratar de mandar un mensaje de que es importante mantenerse firme y no caer en el chantaje de querer imponer medidas tributarias, cuando en realidad el interés del país está enfocado en el tema de los presos políticos y la falta de libertades públicas.

Yo creo que este tema de la inercia, eventualmente, debería de llegar a generar una reflexión de parte del Gobierno, para que a través de un diálogo sincero y con voluntad política, hablar las cosas como deben de ser, debería de incluir el tema de los presos políticos y la libertad de expresión y las demás libertades, si no hay esa voluntad política estaríamos en este mismo impase.

Pero el caso de Venezuela y Siria podrían ser espejos en los que Ortega se está viendo. Ahí la economía ha colapsado bajo un régimen autoritario, y sin embargo no se ha producido ninguna reforma política porque estos gobiernos siguen contando con el apoyo incondicional del Ejército. ¿A qué apuestan hoy el sector privado y la Alianza Cívica para que se produzca ese cambio?

A que efectivamente lo que está pasando en Venezuela: la profunda crisis humanitaria, el agotamiento de cualquier tipo de solución política —Maduro fue muy engañoso en llevar diálogo a República Dominicana, donde básicamente no concedió absolutamente nada, sino que trató de ganar en tiempo—, debería de ser una muestra, un espejo de las consecuencias que llevan a no buscar una solución negociada al asunto.

La visita de personalidades norteamericanas y eurodiputados en el mes de enero son una muestra de que todavía existe la posibilidad para que se pueda encontrar un entendimiento. Pero esas misiones han dejado bastante clara una cosa: el tema de las sanciones, desafortunadamente. Y digo desafortunadamente, porque como nicaragüenses deberíamos de resolver nosotros nuestras diferencias. Esas sanciones van a seguir entrando al país, no queremos que se profundicen, sino que efectivamente se traiga una solución pacífica y negociada a los problemas políticos.

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Carlos F. Chamorro

Carlos F. Chamorro

Periodista nicaragüense, exiliado en Costa Rica. Fundador y director de Confidencial y Esta Semana. Miembro del Consejo Rector de la Fundación Gabo. Ha sido Knight Fellow en la Universidad de Stanford (1997-1998) y profesor visitante en la Maestría de Periodismo de la Universidad de Berkeley, California (1998-1999). En mayo 2009, obtuvo el Premio a la Libertad de Expresión en Iberoamérica, de Casa América Cataluña (España). En octubre de 2010 recibió el Premio Maria Moors Cabot de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia en Nueva York. En 2021 obtuvo el Premio Ortega y Gasset por su trayectoria periodística.

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