24 de marzo 2024
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El dictador Daniel Ortega autorizó al régimen de Vladímir Putin a financiar y construir en Managua un “Centro de Instrucción” policial, que —de acuerdo con expertos en seguridad nacional— servirá para “encubrir” una agencia de espionaje rusa. La afirmación de los especialistas se basa en la inmunidad casi diplomática que se otorgó a los futuros empleados de esta academia y a que Nicaragua ya cuenta con una instalación similar.
La construcción de ese centro está contemplada en un acuerdo de cooperación entre Rusia y Nicaragua, enviado por Ortega a la Asamblea Nacional, donde se aprobó velozmente este jueves 21 de marzo de 2024. El texto fue firmado por rusos y orteguistas durante la visita, a finales de febrero, del secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, general Nikolái Pátrushev.
El acuerdo establece en su artículo 6 que la construcción o renovación de “edificios, estructuras e instalaciones” para el funcionamiento del centro, “se efectuarán por la Parte Rusa de manera independiente y por su cuenta”. Además, aclara que estos bienes inmuebles “serán propiedad de la Federación de Rusia”.
En el mismo artículo se advierte que, en caso de terminación del acuerdo, los bienes, equipos e instalaciones del centro quedarán en manos de los rusos, quienes tendrán “derecho a utilizar los objetos inmobiliarios y el centro de instrucción para fines no relacionados a la ejecución” del convenio.
Rusos serán los únicos que ordenen
Uno de los expertos consultados por CONFIDENCIAL aseguró que, con base en el articulado del acuerdo, el Gobierno orteguista le entregó “un pedazo del país” a los rusos, ya que el Estado nicaragüense no tendrá ningún poder sobre ese centro de capacitación, que servirá de “fachada” para otro tipo de actividades.
En su artículo 5, el convenio ordena que “el centro de instrucción realizará su actividad bajo la dirección general del jefe de la representación diplomática de la Federación de Rusia en Nicaragua”, además que la dirección práctica “se realizará por la autoridad competente de la Parte Rusa”.
“La organización y las condiciones de la actividad del centro de instrucción, el procedimiento de la realización del control y el planeamiento de su trabajo se determinarán por la autoridad competente de la Parte Rusa”, añade el artículo.
De acuerdo con el pacto ruso-orteguista, la “Parte Rusa” será representada por el Ministerio del Interior de la Federación de Rusia, mientras que la parte nicaragüense estará a cargo de la Policía Nacional.
Otro de los expertos advirtió que si la “dirección práctica” u operativa del centro está en manos del Ministerio del Interior o quien designe la autoridad rusa, se abre la puerta para nombrar a un agente del Buró Federal de Seguridad (KGB), que es la agencia de inteligencia rusa.
“El régimen de Ortega está elevando la parada en el juego geopolítico. El contenido, tratamiento y estructura que piensan darle a ese centro, parece más bien una agencia de espionaje”, comentó el experto.
“Va a ser el primer centro de inteligencia ruso en Centroamérica”, apostilló.
Inmunidad para empleados del centro ruso
Los expertos repararon además en las inmunidades y privilegios casi diplomáticos que les otorgaron a todos los empleados rusos del centro, quienes no tendrán la obligación de rendir cuentas a las autoridades nicaragüenses sobre sus actuaciones en el país.
El artículo 12 establece que las personas de la Parte Rusa “no serán responsables criminalmente, civilmente y administrativamente” ante las leyes nicaragüenses, “de lo dicho o escrito por ellas y de todas las acciones que realicen en el cumplimiento de sus funciones”.
Solo se excluyeron las demandas por accidentes de tráfico o por daños a la “salud y la vida de las personas físicas”. De acuerdo con los expertos, esta excepción es lo único diferente al tratamiento que se les da a los diplomáticos de otros países en Nicaragua.
El personal ruso estará también exento de “dar testimonios a las autoridades de la República de Nicaragua sobre cuestiones relacionadas con el cumplimiento de sus funciones”.
Además, estarán eximidos del pago de los “servicios públicos” y de “los impuestos sobre los salarios y sobre otras remuneraciones pagados por el centro de instrucción”.
Policía subordinada a los rusos
Uno de los especialistas destacó el “papel de subordinado” que jugará la Policía Nacional, en el funcionamiento de ese nuevo centro, ya que el control y la definición de los procesos de formación y capacitación “será autoridad de los rusos”.
El artículo 7 detalla que los rusos aportarán:
- Los equipos, la técnica criminalística, los medios técnicos de formación, las publicaciones y los materiales educativos, científicos y metódicos, otros bienes necesarios para la actividad educativa.
- Profesores e instructores.
- Apoyo financiero y organizativo para el funcionamiento del centro.
Mientras, la Policía Nacional “abastecerá gratuitamente del servicio de vigilancia, servicios básicos y servicios de traductores”.
También proveerá “asistencia” a los rusos para el registro de los títulos de propiedad de los terrenos adquiridos por la Federación de Rusia, así como apoyo para “obtención de los permisos y aprobaciones pertinentes” para construir.
En el artículo 5 se señala, además, que la Policía Nacional “colaborará” en la selección de candidatos de las Policías de otros países, ya que el control total de esta función estará en manos de los rusos.
“La Policía solo prestará servicios y eso ya marca una diferencia. Todo el control estará bajo poder de los rusos”, subrayó uno de los expertos.
Segundo centro ruso en Managua
En Nicaragua no es la primera vez que Rusia instala una agencia. En octubre de 2017, inauguró el Centro de Capacitación Antinarcóticos Rusia–Nicaragua, ubicado en el residencial Las Colinas de Managua.
Durante el aniversario 44 de la Policía, en septiembre de 2023, Daniel Ortega al otorgarle un reconocimiento al general ruso Oleg Anatolyevich Plokhoi, aseguró que el primer centro instalado por Rusia ayudó “a frenar el golpismo”.
“Los militares especializados en la materia, realizan cursos donde participan de toda la región centroamericana y lógicamente la Policía Nacional, para enfrentar mejor al narcotráfico, al crimen organizado, para enfrentar mejor a los golpistas”, dijo Ortega.
El experto en temas de seguridad ciudadana asegura que la existencia de un nuevo centro “no tiene sentido”, a menos que el propósito sea ampliar la presencia rusa en Nicaragua.
“Hay una intención de ampliar y reforzar la presencia rusa en Nicaragua, no solo porque van a abrir otro centro, sino porque, se incluye una serie de cosas que revelan que la intervención rusa en Nicaragua va a ser mucho más fuerte”, agrega.
Protección a la dictadura
Javier Meléndez, director del centro de investigación Expediente Abierto, explicó a CONFIDENCIAL que la asesoría y la capacitación rusa “está orientada hacia la protección de la dictadura”.
“Esto sin dudas es grave para los nicaragüenses porque sumado al ambiente de espionaje que apoyan los cubanos, habrá una mayor militarización de las fuerzas policiales y continuará la dinámica de seguir reprimiendo al pueblo en lugar de combatir la delincuencia”, añadió.
El tema de la capacitación de las fuerzas policiales en países autocráticos como Nicaragua, por asesores de seguridad rusos, dice Meléndez, representa riesgos y desafíos, relacionados con más represión y más violación de los derechos humanos.
Meléndez explicó que debe tomarse en cuenta, que contrario a la asistencia que proveen los países occidentales, el apoyo de las fuerzas de seguridad rusas no están sujetos a una supervisión con controles civiles democráticos.
“Hay experiencias en otras regiones en que la capacitación proporcionada por asesores rusos ha exacerbado conflictos internos en países que ya enfrentaban tensiones étnicas, políticas o sociales”, subraya.
La normativa establece que el nuevo Centro de Instrucción cumplirá varias tareas, entre ellas, la educación del personal de los organismos policiales, según los programas adicionales de educación en la esfera de la actividad policial, además de la organización y realización de reuniones, seminarios, entrenamiento y conferencia, y otros acontecimientos educativos y científicos en las esferas de la actividad policial.
Además, “traducción de los documentos de los Estados parte, materiales, analíticos sobre la lucha contra el delito, sobre el mantenimiento del orden público y la seguridad pública” y “la actividad de análisis jurídico comparativo de la legislación de la República de Nicaragua y de otros países latinoamericanos, centroamericanos y del Caribe”, cita la exposición de motivos presentada en la Asamblea Nacional.
