7 de mayo 2019
I
“Váyanse a otra parte, el mundo es ancho”, le expresó el terrateniente a los campesinos para indicarles se fueran a vivir a cualquier otro lugar, lejos de las tierras pretendidamente suyas, robadas. El escritor peruano Ciro Alegría, agregó un adjetivo a la segunda parte de la frase del despojador para reflejar la realidad desde el título de su novela: El mundo es ancho y ajeno.
II
Los opresores hacen una tragedia de la vida de mujeres y hombres desposeídos con su voracidad, y creen aliviar su conciencia creando un mundo paralelo para los oprimidos –sea en el “cielo” o en la tierra—, donde gozarán de una felicidad de ficción, sin estorbarles su acumulación de riquezas.
III
Daniel Ortega, con su oratoria cansada, incoherente y fantasiosa, se ha creado su mundo paralelo –y solo para lelos— distinto al mundo real. En ese su mundo, quienes matan, encarcelan y torturan son “patriotas” y quienes demandan justicia son parte de la “miseria humana”. (Y a quienes no le gusta su mundo, el de la Nicaragua robada, la cárcel o el exilio, que es como decirles… ¡”váyanse a otra parte”!)
IV
Aclaro: no es mía la opinión sobre lo somnoliento del discurso de Ortega, sino de un muchacho de la “juventud sandinista”, parte del decorado de costumbre en sus tribunas, quien, mientras su jefe hablaba, él se dormía… y despertaba al ruido de los aplausos. (¿Lo castigarán por su indisciplina, expulsándolo del elenco?)
V
Lo sabemos: entre los políticos que desde el exterior sancionan al personal de Ortega y a su entorno familiar los Trump, los Pompeo y los Bolton) no son discípulos de la Madre Teresa. Son quienes creen que este ancho mundo es de su propiedad. Pese a ello, ¿por qué debe importarles a las víctimas de los dictadores, que sean esos halcones quienes los sancionen?
VI
Las sanciones son de tipo imperial, pero las causas que las motivan están en el mundo cruel, paralelo, de los Ortega-Murillo, tales como: jóvenes asesinados, prisioneros torturados y otros condenados en juicios amañados, culpabilizados por reclamar respeto a sus derechos humanos y las libertades públicas.
VII
En vez de corregirse, Ortega ofende a la Alianza Cívica, llamándola “miseria humana” y “abyectos” a quienes representan, porque no rechazan las sanciones que personajes de su régimen se han ganado en mala lid. Hacerlo, sería como agradecerle a Ortega por la represión, y dejarle el látigo en sus manos… ¡para que lo siga usando!
VIII
En su mundo de ficción, Ortega ha sido “pueblo presidente”, y como nadie le aceptó el título por hacer todo lo malo que ha hecho, ahora se auto nombra… ¡“Nicaragua presidente”! ¿Por qué? Porque quiere hacer creer que las sanciones no son para sus parientes y servidores, sino para Nicaragua, en él “encarnada”. O sea, quiere meter en el mismo saco a todos los aquí nacidos, como si todos los nicas vivimos de robar y de reprimir.
IX
Los orteguistas dicen: pobres y ricos vamos a sufrir por igual las consecuencias económicas, si por las sanciones faltaren los préstamos de la basura internacional (perdón, quise decir, de la banca internacional). Pero, ¿en qué época, durante qué crisis, no han sido los pobres los únicos sacrificados con el alza de precios de los productos de consumo humano?
X
O, en otro sentido, ¿en qué momento de nuestra historia los ciudadanos que nunca fueron políticos de profesión, altos funcionarios del Estado ni grandes empresarios, se han beneficiado de los préstamos internacionales haciendo desfalcos, aceptando sobornos, coimas y mordidas? Solo lo han hecho los políticos de las clases dominantes.
XI
¿Y quiénes son esos políticos de las clases dominantes en los últimos doce años, sino los Ortega-Murillo, su familia y sus agentes políticos, los que han administrado a su gusto la colaboración venezolana y los préstamos internacionales?
XII
¿Por qué, entonces, Ortega reclama –con odio y ofensas— a los nicaragüenses, que por medio de la Alianza Cívica, se niegan a ser sus cómplices, pidiendo levantar las sanciones, que solo él y su gente se han “ganado”?
XIII
¿Le parece poco a Ortega, el enorme precio cobrado al pueblo nicaragüense con las vidas y la libertad de su juventud estudiantil y trabajadora, como para que ahora también lo quiera convertir en codeudor suyo?
XIX
Ahora, vamos a otro lugar de este “mundo ancho y ajeno”: apenas 46 años atrás, los métodos de la CIA para derrocar gobiernos, como el del doctor Salvador Allende, eran rudimentarios: la fuerza bruta del ejército con su brutal criminalidad. Pero la era digital ha motivado cambios tecnológicos en la política exterior de los Estados Unidos.
XX
La nueva técnica digital les permite a los halcones crear desde Washington mundos virtuales paralelos –estos sí, para lelos, aunque algunos se crean muy vivos— poniendo a la CIA en segundo plano, y dirigiendo las actividades de sus agentes, y hasta anuncian minutos antes lo que pasará en Venezuela, por ejemplo.
XXI
(Los fieles creyentes en la inocencia de los santos varones de Washington, aún niegan lo de Chile, pese a la desclasificación de sus documentos 25 años después. Si ustedes, lectores, están entre los 65-90 años, ni les pregunto si quieren esperar otros 25 años para que se convenzan. Pero no se preocupen, si tienen fe… ¡nos veremos en el “cielo” para discutirlo!
XXII
Juan Guaidó, quien ni siquiera ganó la gubernatura de un pequeño Estado, lo hicieron “presidente”, y cinco meses después lo hacen repetir su llamado al ejército: ¡Ayúdenme a cumplir el mandado de Trump… y les prometo perdonarles la vida! (Pese a la tecnología, al parecer, para Washington… el pasado fue mejor)
XXIII
Lo sorprendente de Guaidó, escogido, marginando a los viejos políticos, es ver cómo cogió “la vara”. Ignoró la experiencia de López Obrador, quien fue víctima de dos fraudes electorales, nunca se amparó en poder extranjero alguno ni llamó a nadie a tomar las armas, menos al Ejército, y ahora está en la presidencia gracias a la mayoría de los mexicanos. Es cierto, “no se le puede pedir peras al olmo”.
XXIV
La diferencia radical entre la oposición venezolana y la oposición nicaragüense, para algunos pasa de noche: la de allá tiene callos de tanto arrodillarse ante las petroleras yanquis, mientras que la de aquí, ni siquiera podría ofrecer a nadie el poco oro que queda en nuestro subsuelo… ¡porque ya se los entregó Daniel!
XXV
Otra diferencia: los partidos opositores allá marchan con violencia y hasta ondeando banderas USA, mientras aquí, la oposición no la hacen los partidos, sino el pueblo auto convocado, cuyas marchas son pacíficas, no piden la intervención extranjera, y un alegre río humano ondea orgulloso su bandera azul y blanco. Aquí, el violento se conoce, y todo el mundo lo condena.
XXVI
Hay muchas diferencias en el mundo que algunos prefieren ignorar. Por ejemplo, hablar de la historia de Estados Unidos y sus hazañas imperiales, les parece una herejía. Pero como no les gusta leer, echar una miradita a la parte superior del mapa de nuestro continente no requiere ningún esfuerzo: verían un poderoso país de dimensión continental, de costa a costa, y un poquito abajo de una península del gigante, una islita con figura de lagarto, en el mar Caribe.
XXVII
¿Qué quiero indicar con eso? Que esa islita lleva más de 100 años luchando para no ser Sardina tragada por el Tiburón. ¿Acaso olvidaron, o ignoran, la fábula política del mundo real americano, de El tiburón y las sardinas?
XXVIII
Indico también, la tremenda falacia de los gobernantes yanquis de echarle la culpa de sus actuales fracasos en Venezuela a la “ocupación militar de Cuba”. Ellos, campeones interventores, con siete bases militares en la vecina Colombia, y decenas más regadas por el mundo… quieren joder aún más a Cuba, porque se sienten… ¡por ella “amenazados”!
XXIX
En su mundo paralelo se han fabricado una Cuba “cayéndose a pedazos”, pero cuidándose de no mencionar el bloqueo que le hacen desde hace 60 años, ni la aplicación de un recetario de agresiones.
XXX
Ahora, por conveniencia geopolítica, a la isla de 12 millones de habitantes y 114.524 kilómetros cuadrados (más de 3 mil kilómetros de territorio, menos que Nicaragua), la presentan “ocupando” militarmente a Venezuela, país con más de 30 millones de habitantes, 916.07 mil kilómetros cuadrados y un ejército de 365 mil activos, más miles de milicianos.
XXXI
¿Por qué mejor no cuentan una de Walt Disney? Igual son pura fantasía, pero más divertidas y sin las crueldades de su mundo paralelo.