Su Santidad Eléctrica, ¡sí se vale!

“Porque todos los finales son el mismo repetido, y con tanto ruido, no escucharon el final.”

Joaquín Sabina

 “Su Santidad Eléctrica”, Fernando Bárcenas, lleva cinco artículos ocupándose de mi trabajo con un mismo argumento: César Zamora no sabe nada y no debería hacer nada.

El mentor ideológico de “Su Santidad” es León Trostky quien en el tema institucional tiene una perla que vive en lo más íntimo del corazón de Fernando Bárcenas: “La sociedad no cambia nunca sus instituciones a medida que lo necesita, como un operario cambia sus herramientas. Por el contrario, acepta prácticamente como algo definitivo las instituciones a que se encuentra sometida”. Fernando Bárcenas es esclavo de este dogma y de este mito.

Siempre se puede ser juez desde el Olimpo de la irrelevancia. La frase golpea la oportunista propuesta institucional de Su Santidad. Recuerdo cuando Fernando Bárcenas, representante entonces de Unión Fenosa en el Comité Operativo, llegaba con su arrogancia de siempre a reventar al Comité para que no pasara nada y quedar bien con sus nuevos explotadores jefes españoles (disculpen pero se me pasaron las malas pulgas al hojear a Trostky). Si alguien contribuyó a cerrar ese espacio institucional fue “Su Santidad” con su táctica dilatoria de no cambiar nada y de que todo continuara igual.

“Su Santidad” tiene razón, en ningún país del mundo los generadores revisan el tema tarifario. Pero si las distribuidoras llamadas a hacerlo no lo hace, alguien lo tiene que hacer. Así como cuando algunos generadores salimos a defender a las empresas distribuidoras para que los políticos de todas las ideologías no la despedazaran. Lo hicimos en defensa propia para salvar al mercado eléctrico nicaragüense. ¿Lo recordará Fernando? Señor Bárcenas siempre hemos tenido que hacer cosas que no deberíamos en el mundo ideal donde reposa su cabecita.

Hace 16 meses pedimos una reducción en la tarifa y funcionarios del Gobierno salieron públicamente con que había que renegociar los contratos con los generadores si queríamos ver alguna reducción. Dimos la cara y enseñamos los números convenciendo a las autoridades. Originalmente, por ley, todos los ahorros de la tarifa serían ocupados para pagar la deuda tarifaria de $190 millones de dólares. Hace 14 meses no había nada para la reducción de la tarifa.

Después de un año tenemos una reducción acumulada del 15% y un proyectado (mío y recuerden que no se nada) del 18% para final del 2016. Habremos sumado $95 millones de dólares para pagar la mitad de la deuda y obtenido un fondo contra la pobreza de $45 millones. Si no le gusta a “Su Santidad”, ni modo. Yo no hice la ley. Nosotros propusimos y enseñamos los números, hablamos, convencimos y pudimos cambiar la percepción de que no había nada que hacer. Que enredado es Trostky para tenerlo en tu mesa de noche…

El precio promedio de compra de las distribuidoras ha pasado de ¢19 centavos de dólar, en el 2011, a ¢10.6 centavos de dólar por kwh a enero del 2016 (incluye energía y potencia), producto de las nuevas inversiones en la generación de energía y en la baja de los precios de combustibles. Un cambio profundo del mercado eléctrico digno de subrayar. ¿Cómo lo pudiste ocultar Fernando?

A “Su Santidad” no le interesa de dónde viene la reducción de la tarifa, lo que disfruta es argumentar a favor de que todo está mal porque él no lo santifico. Mi recomendación a “Su Santidad” es que mejor no se meta a la inacción institucional trostkista. Te recomiendo hojear algo menos tedioso como Maquiavelo, quien decía algo así como “Para llegar a una meta es más difícil hacerlo por medio de una reforma que por una revolución”, especialmente tu revolución trostka de no hacer nada (The Fernando’s Way).

Las reformas son difíciles porque se hacen platicando, debatiendo, convenciendo, acordando y cumpliendo. Seguiré en esto porque soy terco y no sabio como Fernando Bárcenas. Seguiré inventando con pasión y razón para que los cambios sean graduales aunque sean del 1%. Combatiré siempre las estériles amarguras institucionales de “Su Santidad Eléctrica” de no hacer nada como oficio permanente. A pesar de todo lo anterior, sonríe Fernando y recuerda que inventar… ¡¡¡si se vale!!!