16 de agosto 2015
“Para la Costa, la Autonomía es la Revolución”
Lumberto Campbell, en marzo, 11, 2014)[1]
Ningún otro costeño tiene el capital político que tiene hoy día el comandante Lumberto Campbell en el partido y el gobierno del FSLN. Este capital se expresa como liderazgo, influencia, y poder en los asuntos de la Costa Caribe.
Lumberto I. Campbell Hooker nació en Bluefields el 3 de febrero de 1949, hijo de Henry Campbell y Mable Hooker. La familia Campbell Hooker forma parte de una amplia red de parentesco con profundas relaciones sociales y políticas que se extiende a Bluefields, Corn Island, Laguna de Perlas y la capital del país.
Al contrario de otros dirigentes políticos costeños, de la vida política y pensamiento del Comandante se ha escrito muy poco. Participó en la lucha armada contra la dictadura somocista y por su rol destacado en la Brigada Pablo Ubeda le fue otorgado el grado de Comandante Guerrillero en julio de 1980. En los años setenta completó estudios superiores en física y matemáticas en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua. Durante los primeros años después del triunfo del FSLN, fue nombrado inicialmente viceministro del Instituto de la Costa Atlántica (INNICA), y luego ministro, en sustitución del también comandante guerrillero William Ramírez.
En 1984 asumió el cargo de Ministro Delegado de la Presidencia para la Zona Especial II de la Costa Atlántica y Secretario Político del FSLN, cargo que desempeñó hasta la derrota electoral del FSLN en febrero de 1990. Entre 1990 y el 2006, el Comandante Campbell robusteció su militancia política dentro del FSLN: en las estructuras electorales internas, en la dirección de empresas vinculadas al partido y como responsable de las relaciones del FSLN con distintas organizaciones y líderes políticos y religiosos de la Costa Caribe.
Pero lo que es más importante, su lealtad al FSLN ha sido inalterable. Al contrario de otros prominentes dirigentes sandinistas costeños como Ray Hooker o Mirna Cunningham, quienes en 1996 siendo diputados electos ante la Asamblea Nacional optaron por la disidencia crítica al FSLN, el comandante Lumberto galvanizó su posición en el partido.
Otro elemento distintivo de la biografía política del comandante Campbell es que nunca ha ocupado un cargo de elección popular. Esto no le ha impedido consolidar una carrera política espectacular en los nuevos gobiernos del FSLN: Secretario de Asuntos de la Costa Atlántica (2006-2014), Coordinador del Consejo de Desarrollo para la Costa Caribe, y es el actual vicepresidente del Consejo Supremo Electoral.
Sin duda alguna, la voz del comandante Campbell es la voz que escucha la alta dirigencia del FSLN en las cuestiones relacionadas a la Costa Caribe, en especial el presidente Ortega y su círculo cercano. Además, el comandante Campbell ha sido principal negociador con la dirigencia de YATAMA, a través de lo cual se logró una exitosa alianza electoral en el 2006. Hoy esa alianza está suspendida, pero Brooklyn Rivera conserva su escaño en la bancada en la Asamblea Nacional como diputado independiente. No tuvo la misma suerte Agustín Jarquín, quien al disentir del FSLN, fue despojado de su cargo en julio del 2013.
Entre costeños de distintas organizaciones políticas, disidentes sandinistas y líderes religiosos y empresariales, el comandante Campbell es la única persona que logra convocarles a conversar sobre temas importantes sobre la Costa. Por ejemplo, ha sido bajo el liderazgo del comandante Campbell, a través de la Secretaria de la Costa Atlántica quien ha llevado desde el 2007 las discusiones no-públicas respecto a la reforma de la Ley de Autonomía.
Su liderazgo e influencia en los nombramientos de una buena parte de costeños en distintos cargos ministeriales del gobierno del FSLN –la mayor en toda la historia del país– es reconocida. La percepción actual dominante es que la mayor parte de las decisiones importantes del FSLN relacionadas a la Costa, pasan por el escritorio del comandante Campbell.
Una visión peculiar de la Autonomía
“Para la Costa, la Autonomía es la Revolución”, es quizá la frase preferida del comandante Campbell y refleja sus convicciones interpretativas sobre el desarrollo político y económico de la Costa Caribe.
En primer lugar, la visión de la Costa del Comandante es de una región plenamente integrada al país en donde los derechos de los pueblos indígenas y afrodescendientes se han clarificado y no existen conflictos respecto a la propiedad comunal, ocupaciones ilegales a la propiedad privada o abusos de autoridad de una jurisdicción territorial sobre otra.
Además, el comandante Campbell prefiere regiones autónomas con identidades culturales propias, Caribeñas / Indígenas / Afrodescendentes, y distritos multiétnicos o municipios mestizos que conviven respetuosamente con otras unidades políticas descentralizadas, generando solidaridad y justicia, inspiradas por los principios de la revolución sandinista y el liderazgo del FSLN.
La visión anterior se complementa con otra, la visión empresarial que tiene el comandante Campbell sobre la Costa. Esto significa que el desarrollo solo podrá ocurrir si los agentes económicos privados y el capital nacional y extranjero pueden generar empleo, inversión y crecimiento, y esto se va a materializar a través de proyectos de infraestructura de gran escala (generación de energía, industrias extractivas, expansión agrícola e innovación tecnológica), en donde el estado será un eficiente facilitador.
Según un cable de la Embajada USA en Nicaragua, en el 2008 el presidente Ortega comisionó al comandante Campbell para obtener el apoyo de ambos Consejos Regionales para la concesión petrolera de Infinity.[1] En la visión del Comandante los recursos naturales existen no para ser contemplados, sino para ser explotados y generar riqueza.
Políticamente, el comandante Campbell epitomiza lo que se puede llamar un autoritarismo ingenuo. Para promover su visión de una Costa integrada y bajo un modelo de desarrollo capitalista liderado por el Estado, el Comandante está convencido que es necesario fortalecer la revolución, lo que significa gobernar con hegemonía, con el FSLN en control de las instituciones autónomas y tolerar una disidencia pequeña y domesticada, a través de alianzas o acuerdos.
El Comandante sabe que esas dos visiones, empresarial y autonómica, son contradictorias y entiende que materializarlas va a generar conflictos. Y de allí su visión pragmática: por ejemplo, los conflictos de propiedad entre las comunidades indígenas y los “terceros” (mestizos ocupantes ilegales y viejos residentes en las tierras comunales) en su opinión deben ser resueltos a través de negociaciones in-situ y sin provocar expulsiones, lo que él llama una “política de cohabitación”.
En el reclamo de propiedad del gobierno territorial Kriol de Bluefields, el Comandante sugiere demarcar un área de humedales lejos del casco urbano de la ciudad, de manera de no provocar tensiones con propietarios privados, viejos residentes urbanos costeños.
La propiedad comunal, para el Comandante, no puede oponerse al proyecto del Canal Interoceánico, y por tanto es expropiable. Así lo contempla la Ley 840 en su artículo 12. El Comandante no cree en comunidades indígenas armónicas e idealizadas, sino en agentes racionales que procuran el mejor de los beneficios en un contexto de creciente competencia. No cree en un Estado espectador, sino en su rol transformador, y esto significa movilizar su capacidad centralizadora en la que cree firmemente.
Con esa trayectoria de lealtad y confianza al presidente Ortega y al FSLN, es quizá cosa de tiempo para que el comandante Campbell se convierta en presidente el CSE en sustitución de Roberto Rivas. Es un escenario así, el presidente Ortega intentaría aplacar las crecientes críticas al CSE por la pésima imagen de Rivas sin hacer concesiones de fondo que garanticen elecciones libres y transparentes, pero además aseguraría la continuidad de su proyecto de controlar al CSE en las próximas elecciones presidenciales del 2016.
Para la Costa, el comandante Campbell al frente del CSE le garantiza al FSLN el control de ambos Consejos Regionales, la contención de YATAMA, y una mayor presencia sandinista en los Consejos Municipales, especialmente en las zonas mestizas, después de todo es allí en donde se dio el mejor resultado de la estrategia electoral del FSLN en las últimas elecciones municipales y regionales. Es en parte de esos territorios costeños –por ejemplo, en Nueva Guinea y la zona Rama-Kriol al sur de Bluefields– en donde atravesaría el Canal Interoceánico.
Contrario a lo que muchos creen, el comandante Campbell no es un “operador” político del FSLN en la Costa, sino un visionario. No solo es un autonomista de convicción, sino a la vez empresario y político pragmático de trato afable, quien goza de reconocimiento dentro y fuera de las filas del FSLN.
Al mismo tiempo, y paradójicamente, su rol poco menos que plenipotenciario sobre los asuntos de la Costa expone el infortunio del régimen de autonomía: sus limitaciones para construirse como un proyecto político, económico y cultural de autodeterminación colectiva auténticamente costeño. El poder que ha logrado acumular el Comandante, es de la misma proporción en que se ha reducido el poder de las Regiones Autónomas para tomar decisiones propias. Es esa pues, la Costa del Comandante.
*Profesor de Estudios del Desarrollo, Departamento de Ciencias Sociales, York University, Ontario Canadá.
[1]“Nicaragua: MKJ signs Oil Exploration Agreements with the government (again), Infinity Still on Hold” April 15 2008.
[1] “Entrevista a los Secretarios Políticos Comandante Lumberto Campbell, RAAN; Johnny Hodgson, RAAS y, Carlos Alemán, Consejo Regional, FSLN” por Alberto Mora para el programa La Lucha Sigue, 11 de Marzo 2014.