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La ciencia de datos ante el impacto del covid-19 en la salud de los nicaragüenses

En el caso de un brote general, en el escenario más extremo sin acciones preventivas del Estado, el número de muertes sería más de 49 000

Una mujer (d) besa a su hijo después de haber comprado unos tapabocas de algodón este viernes en un mercado de Managua (Nicaragua). // Foto: EFE

Víctor G. Tercero Gómez

21 de marzo 2020

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Afortunadamente, ante la pandemia del covid-19, podemos hacer uso de la ciencia de datos y las matemáticas para ayudarnos a generar información de hechos, provocar discusión, y producir entendimiento sobre el impacto de lo que está pasando y podría pasar en Nicaragua.

La difusión de este conocimiento se podría traducir en acciones concretas que salven la vida de miles de nicaragüenses. Este es uno de los roles más importantes de los medios de comunicación social.


En este artículo, revisaremos brevemente el origen del covid-19, el impacto que ha tenido el actuar de los diferentes países, el comportamiento y las consecuencias para Nicaragua.

Desde la detección del covid-19 en China, existía mucha incertidumbre sobre el comportamiento que tendría la enfermedad, ahora declarada pandemia, su capacidad de contagio y el impacto en el ser humano.

Algunos países, como Corea del Sur, actuaron con determinación ante las primeras señales de peligro, y ahora son ejemplo a seguir frente a esta crisis sanitaria.

Otros países, como es el caso de Italia, reaccionaron con escepticismo y negación al inicio de la crisis; detectaron dos casos el 31 de enero, y para el 19 de marzo ya tenían 41 035 casos registrados y 3405 muertos, según el Centro de Recursos de Coronavirus de la Universidad Johns Hopkins.

Esta situación nos lleva a analizar el caso de Nicaragua, un país en el que ya se detectaron los primeros casos de coronavirus y aún no se han tomado oficialmente medidas restrictivas, la sociedad se debate entre la acción y la inacción, en un estado de impase que puede resultar catastrófico.

Al día 19 de marzo se habían contabilizado, en el mundo 242 191 casos de covid-19, de los cuales 9843 habían resultado en muertes. Esto es, una tasa de mortalidad de 4.06%, según cifras oficiales. Sin embargo, por país la tasa varía, en Italia es 8.3%; Corea del Sur, 1.06%, y China es 4%. ¿Por qué tan diferentes estos porcentajes? Hay dos elementos clave. Primero, existe una proporción desconocida de casos leves que no han sido registrados en todos los países. Por ejemplo, en el caso de Corea, la masiva evaluación de personas permitió incluir los casos leves en los conteos, de ahí su bajo porcentaje. Segundo, la pirámide demográfica de cada país es distinta.

Las estadísticas muestran que el covid-19 es más letal en la población adulta. De esta forma, se espera que países con población joven tengan tasas de muerte menores, mientras que países con población de mayor edad, tengan tasas de muerte más altas.

En Italia, la edad mediana de la población es de 47.3 años, y, en consecuencia, su tasa de mortalidad también es alta. Existen otros factores clínicos que influyen en la tasa de muertes, como que el 99% de aquellos que mueren tenían enfermedades preexistentes, según fue reportado por el Istituto Superiore di Sanita en Italia el 17 de marzo.

En el caso de Nicaragua, con 50% de la población menor a 24.63 años, se espera una tasa de fatalidades por covid-19 de 0.75%. El cálculo de esta tasa global de mortalidad estimada para Nicaragua obedece al agregado de los cálculos de las muertes condicionadas a la edad, como se puede apreciar en la Tabla 1: “Distribución esperada de muertes en Nicaragua por covid-19”, en un escenario de contagio generalizado de la población. Así, de un total de 6 632 977 personas se podrían afectar 49 820. Esto es, una tasa de mortalidad del 0.75%.

Hay que aclarar que esta distribución de muertes de la Tabla 1 corresponde a la esperada en caso de un brote general en todo el país. Esto, claro, es el escenario extremo menos deseado de lo que podría ocurrir si no se acatan lineamientos como los establecidos por la Organización Mundial de la Salud, en términos de prácticas de distanciamiento social, higiene, monitoreo, aislamiento de casos, educación y comunicación pública.

A mediano plazo, es difícil visualizar un escenario tan fatalista. Sin embargo, podemos restringir los cálculos al considerar únicamente a los centros urbanos, la población más expuesta al virus. Según datos del Banco Mundial al 2018, 58.5% de la población se estima vivía en concentraciones urbanas. Así, la población en riesgo de mayor contagio corresponde a 3 881 751 personas, lo que resultaría en una mortalidad de 29 156 individuos, si no se toman medidas preventivas recomendadas internacionalmente por los organismos competentes.

A corto plazo, el número es más difícil de calcular, pues la población de infectados cambia de forma dinámica. Sin embargo, podemos hacer uso de modelos matemáticos de crecimientos poblacionales de microbiología y macrobiología para hacer un ejercicio de predicción.

El modelo de crecimiento logístico es por mucho el más usado, y su validez fue recientemente verificada al analizar el comportamiento del virus en la República Popular de China. Este modelo considera una población infectada inicial, un crecimiento exponencial definido por una tasa de incremento y restringido a alguna capacidad máxima.

En la Figura 1: “Comparación de escenarios del covid-19 en Nicaragua” se observa el resultado de este ejercicio matemático, donde estimamos la cantidad de pacientes graves por día a partir del 19 de marzo. Usamos como referencia una población inicial de 1, según cifras oficiales al momento del análisis, y calculamos el efecto que se tendría sobre la población urbana de 3 881 751 personas en el país, que es la población con mayor riesgo por su alta cercanía e interacción de sus individuos.

En la figura se observan algunos escenarios. Se compara lo que pasaría si no se tomaran medidas de contingencia para combatir la pandemia, usando la tasa promedio mundial de incremento diario 0.40, y lo que pasaría si se implementaran medidas similares a las de Costa Rica y Corea del Sur, cuyas tasas de contagio las han logrado reducir a 0.19 y 0.04 según cálculo de los últimos 14 días anteriores al 19 de marzo.

Comportamiento esperado de casos graves de covid-19

Figura 1: Comportamiento esperado de casos graves de covid-19 en diferentes escenarios. Cuando no se implementan contingencias, aplicando medidas como en Costa Rica, e implementando medidas como en Corea del Sur. Se agrega como referencia una línea horizontal que representa el total de camas disponibles en hospitales de Nicaragua.

En el escenario no deseado, donde no se implementan medidas significativas para combatir el virus, el sistema de salud, representado por las 5781 camas disponibles en hospitales de Nicaragua, según el INIDE, queda superado. Además, aproximadamente al 27 de abril se espera el mayor crecimiento diario de contagios en la población. Dependiendo del verdadero valor de la población inicial, este pico de la epidemia podría ocurrir hasta una semana antes.

Es necesario tomar medidas para “aplanar la curva”. Reducir la población en riesgo en lo posible y frenar la tasa de contagios para distribuir mejor los casos críticos en el tiempo, podría evitar el colapso del sistema de salud. Entre las medidas implementadas por países que lideran el combate contra el covid-19 se encuentra el distanciamiento social, la educación de la población, preparación de infraestructura, entrenamiento a personal médico y un estricto seguimiento de casos por parte de los Gobiernos.

¿Y las bajas estimaciones del MINSA? Ojalá las ajusten pronto.

*El autor es Ph.D. Profesor Investigador, Escuela de Ingeniería y Ciencias. Tecnológico de Monterrey, México.


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Víctor G. Tercero Gómez

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