
10 de enero 2017
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Ortega y su consorte co-gobernante más bien se enfrentan a un escenario de creciente descontento y alta movilización social dentro del país
Foto de archivo de Daniel Ortega y Rosario Murillo, pareja presidencial y fórmula del FSLN, después de depositar su voto el seis de noviembre de 2016. Confidencial | Carlos Herrera
El período presidencial que inicia hoy Daniel Ortega en Nicaragua es el tercero de una línea continua que comenzó hace diez años. Comienza este período presidencial acompañado de su esposa Rosario Murillo, quien ha probado ser una mujer de poder y hasta ahora, le ha ganado la lid a sus adversarios. Más allá de los personajes, aquí van algunos rasgos del régimen construido por los Ortega-Murillo que anticipan el tipo de gobierno en su tercera magistratura.
Si en el 2007, Ortega asumió la presidencia con una expectativa que podríamos calificar como positiva, hoy no es igual. Ortega y su consorte co-gobernante más bien se enfrentan a un escenario de creciente descontento y alta movilización social dentro del país, mientras que en el exterior no es más favorable en términos económicos ni políticos. No es posible adivinar el futuro pero tampoco es difícil anticipar que el reto más importante de la sociedad nicaraguense en su conjunto es encontrar una salida pacífica y democrática para el país. El restablecimiento de los viejos autoritarismos no es opción para el futuro.
Elvira Cuadra es socióloga. Siga el blog de la autora.
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Socióloga e investigadora nicaragüense. Experta en temas de seguridad. Directora del Centro de Estudios Transdisciplinarios de Centroamérica (Cetcam). Está exiliada en Costa Rica.
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