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De las indecencias sin clemencia de este mundo

Hubo recientes guerras antes de esta, y en la ONU nunca se habló de expulsar a los responsables, de ninguna de sus organizaciones

Informe de Oacnudh advierte que derechos humanos en Nicaragua “se han deteriorado progresivamente” bajo régimen de Ortega

Onofre Guevara López

19 de abril 2022

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El jueves 7 de abril, la Rusia de Vladimir Putin fue expulsada de la Comisión para los Derechos Humanos de la ONU, dizque a causa de su guerra contra Ucrania. Putin alega que lo hace para proteger a las Repúblicas Populares de Donetsk y Luhansk, las que, por rebeldes, están siendo castigadas desde 2014 por el comediante de la OTAN, la cual, además, amenaza a Rusia con sus bases militares cerca de sus fronteras. En el fondo, es un escenario de guerra de la lucha política entre el unilateralismo con hegemonía estadounidense y el multilateralismo proclamado por Rusia y China.

Sin embargo, guerra es guerra. El problema es que las razones de los contendientes ya no las entenderán los muertos armados y desarmados; ni los muertos de los vencedores ni de los vencidos. Con cada una de las guerras, la única perdedora es la humanidad. Por ello, con razón y derecho, esperamos que esa guerra en Ucrania termine lo más pronto posible y que paguen los daños quienes deben pagarlos, porque en ninguna guerra hay inocentes.

II


Hubo recientes guerras antes de esta, y en la ONU nunca se habló de expulsar a los responsables, de ninguna de sus organizaciones. Quizá parezca curioso, aunque nada misterioso. Cuando se menciona a la OTAN huele a pólvora y se piensa en los Estados Unidos. Luego, nos asalta la curiosidad:

¿Por qué los países adalides del “mundo libre”, fueron y muchos todavía son colonialistas, a cuyas presas les llaman “territorios ultramarinos”?

¿Tendrá que ver eso con el hecho de que en la ONU hay impunidad para unos y castigos para otros si, igualmente, humillan a la humanidad con su belicismo?

Lo que pienso y digo sobre las guerras a muchos no les gustará. Lo harán con el mismo derecho que yo tengo de decirlo: no me gustan los guerreristas cualquiera sea su origen. No me gusta esta guerra de Putin, como no me gustan quienes la provocaron.

III

Es lógico que existan puntos de vista diferentes sobre las guerras y sus autores. Son muchos los que creen a ciegas en el enfoque mediático interesado y dominante que les ofrecen. Por mi parte, hace tiempo cambié el verbo creer por el verbo pensar.

Y, al respecto de la burundanga belicista, pienso que Putin perdió los estribos ante su incapacidad de poder parar las maniobras maestras de los políticos estadounidenses, cuyas influencias en la Organización de las Naciones Unidas nacieron desde cuando este organismo mundial estaba en gestación. Más aún. La influencia estadounidense dominó el nacimiento de la ONU, y no por medios inocentes ni pacíficos. Ya lo verán.

+ La Segunda Guerra Mundial terminó oficialmente el 8 de mayo de 1945, durante la cual Estados Unidos no fue precisamente el que más aportara sacrificios humanos para alcanzar la victoria, como les sucedió a los países europeos, a la URSS en especial, frente al enemigo nazi.

+ Estados Unidos fue el que más tarde entró a la guerra, y hubiera seguido viendo los toros de largo si el Japón no le hubiera despanzurrado a traición su base militar de Pearl Harbor, el 7 de diciembre de 1941. Pero la guerra había empezado dos años atrás, en 1939.

+ La Carta de las Naciones Unidas se firmó el 26 de junio de 1945 y comenzó a funcionar oficialmente como tal el 24 de octubre de 1945. Vean estos datos: estando la ONU en plena gestación, y a 79 días antes de su nacimiento oficial, Truman lanzó la primera bomba atómica contra Hiroshima, y tres días después, la segunda bomba sobre Nagasaki (6 y 9 de agosto de 1945).

+ Después de haber sacrificado a 210 mil habitantes civiles, sin contar a los heridos ni a los afectados por la radiación, luciendo como presea su impunidad, a Estados Unidos le concedieron el honor de ser la sede del nuevo y más importante organismo mundial. Un privilegio muy cruelmente parecido a un premio por su doble genocidio.

+ Desde entonces ha habido algunas rebeliones en la granja, como las resoluciones que cada año toma la Asamblea General de la ONU, reclamando a los EE.UU. el levantamiento de su bloqueo contra Cuba. Pero nada. Son letras muertas que no alteran las normas de la granja. Pensar en la expulsión de ese país de la Comisión de los Derechos Humanos ONU por sus masacres en Vietnam, las guerras contra Irak, Afganistán, Libia, Siria y otros, quedaría en la cola de un venado… aún por engendrar.

IV

No es que la suerte acompañe a los Estados Unidos; le acompaña su experiencia y su hábil dominio de las leyes del libre mercado… en todas las plazas del mundo. Compra con ventaja y cuando no puede, se salta las normas y toma lo que desea a mano armada. Y, ante la experiencia histórica de los presidentes estadounidenses en el manejo de esas normas, el demoníaco Gaspadá (Señor) Putin parece un aprendiz ante el angélico Míster (Señor) Biden.

Cuando los herederos de los súbditos ingleses, ya americanizados, desconocieron la autoridad real de Jorge III en 1776, no abandonaron sus normas colonizadoras, solo las renovaron. Bien jovencitos como Estado –apenas 27 años—, bajo la presidencia de Thomas Jefferson le compraron Luisiana a Napoleón I en 1803, un años antes de que este se proclamara emperador de Francia.

En 1819, el presidente James Monroe, quien sería el autor de la idea lesiva a las soberanías latinoamericanas en 1823 (“América para los americanos”) le compró Florida a la España de Fernando VII.

El presidente Andrew Johnson, sucesor del asesinado presidente Abraham Lincoln, supo combinar las leyes del libre mercado con la adquisición a mano armada, pues mientras le hacía la guerra a México para despojarlo de territorios (1866-1868), le compró Alaska al zar Alejando II de Rusia, en 1867.

Han sido incontenibles los boys del Norte americano. Encabezados por el presidente William McKinley, siguieron la extensión geográfica de su país y en 1898 pusieron la mano armada sobre la decadente España de Alfonso XII, para quedarse con tres archipiélagos en dos continentes, Asia y América: Las filipinas, Cuba y Puerto Rico.  Antes, habían ofrecido comprarle Cuba a España.

Los filipinos quedaron hablando medio español y medio inglés, pero sus lenguas originarias no pudieron quitárselas. A los cubanos y puertorriqueños, no los pudieron desarmar de su lengua española.

¿Pero qué les podía importar eso a los estadounidenses? Ellos, en eso de hablar y rezar son muy dúctiles, lo que les importa son las tierras, no los idiomas ni las religiones. La religión anglicana de su exmetrópoli la multiplicaron en un montón de iglesias y sectas protestantes. En los exterritorios mexicanos aman y mencionan en español a San Francisco, Los Ángeles, San Diego, San José y a todo lo que lleva nombre de santos católicos.

V

Siguiendo con los belicosos, no hay organismo mundial, que en su tiempo intentara sancionar las actividades del brabucón Harry S. Truman, más bien la ONU se comportó como si no hubiese ocurrido nada en Hiroshima y Nagasaki. Para mayor gloria, Truman heredó algunos éxitos más: en 1947 creó a la CIA –de amorosa conducta, sobre todo en Chile— y en 1949 le dio vida a la inefable OTAN.

En eso de armas llevar, los Estados Unidos tiene un récord inigualable en la historia pasada (la de ahora y de la que vendrá):

Ha participado en todas las guerras de todos los tamaños y en todas partes del mundo, pero siempre fuera de sus fronteras. Y nunca, como nación ni como sociedad, ha sentido de cerca el sonido de los propios y los ajenos cañonazos. Pero se han beneficiado de los resultados que estos provocan en todo el mundo.

Seguimos…

Al margen de estas cuartillas

*No solo las guerras deberían terminar, sino también el hábito de matar a los mensajeros

*En todos los casos en que los periodistas denuncian delitos, resulta que los denunciados se convierten en sus victimarios…

*Cuando no los matan, los encarcelan y los expulsan de su tierra… *Le está sucediendo a Julian Assange, y le podría suceder lo peor, porque el periodista australiano denunció los crímenes de guerra de los EE. UU. en Irak y Afganistán…

*La justicia del Reino Unido, su cómplice, mañana 20 de abril determinará si acepta extraditarlo a los Estados Unidos…

*Todo dentro del orden establecido por los países especializados en matar al mensajero…

*Assange sería un muerto en vida si lo extraditan, pues en EE. UU. lo amenazan con cadena perpetua…

*Si lo entregaran, después de tres años de estar encarcelado, seguiría siendo víctima del injusto orden establecido en el mundo

*Lo que está fuera de todo orden ético, es el silencio que han guardado la mayoría de sus colegas y de las instituciones internacionales que premian el periodismo de investigación…

*Ni atención ni premios ha merecido quien, con su investigación, descubrió crímenes contra la humanidad…

*Porque, paradójicamente, el país responsable de esos crímenes, encabeza al mundo libre… de expulsiones.


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Onofre Guevara López

Onofre Guevara López

Fue líder sindical y periodista de oficio. Exmiembro del Partido Socialista Nicaragüense, y exdiputado ante la Asamblea Nacional. Escribió en los diarios Barricada y El Nuevo Diario. Autor de la columna de crítica satírica “Don Procopio y Doña Procopia”.

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