21 de agosto 2020
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Ninguna vacuna contra la covid-19 que esté desarrollándose en este momento estará lista este año, por lo que relajar las medidas de seguridad para evitar el contagio es un error que podría pagarse con más vidas en Nicaragua, advierten dos especialistas nacionales, en un análisis sobre el estado de las vacunas contra el nuevo coronavirus.
Esto incluye a la vacuna rusa Sputnik V, que el Gobierno de Nicaragua ha anunciado con algarabía que sería producida en la planta Méchnikov, según declaraciones del gerente general del laboratorio, Stanislav Uiba, a la agencia rusa Suptnik, este martes. “En este momento todavía no sabemos mucho sobre este virus ni sobre qué efecto inmune van a provocar las vacunas en nuestros cuerpos o cuánto va a durar esa inmunidad”, dijo Uiba.
La pediatra infectóloga Mercedes Somarriba y el doctor Ernesto Medina, educador y PhD en Química, mostraron preocupación por el desarrollo de una serie de actividades, incluidas celebraciones de Santo Domingo y la final de beisbol del Pomares 2020, que contaron con la participación de miles de personas.
Expertos salubristas nicaragüenses advirtieron que para finales de agosto Nicaragua podría registrar su segunda oleada de covid-19 con un impacto mayor que la primera, dado la flexibilización de las medidas de seguridad que tomó la población.
Esto es contradictorio considerando que, según Somarriba y Medina, gracias a las medidas que la misma población tomó al inicio de la pandemia no se vieron casos de infecciones y muertes más graves de los ya registrados.
El último informe del Observatorio Ciudadano COVID-19 registra que 9646 personas se han infectado de covid-19, mientras que 2626 han muerto sospechosos de haber contraído la enfermedad.
La doctora Somarriba refirió que otro factor que hay que tomar en cuenta es que en Nicaragua no se conoce a ciencia cierta el impacto que ha tenido la pandemia, pues no existen datos de brotes o incluso de realización de pruebas y eso dificulta dimensionar el verdadero impacto de esta en el país.
“Sabemos que los datos que hemos tenido son datos muy pequeños en comparación con la región centroamericana, si revisamos los datos no coinciden. El acceso a la prueba para todo el mundo no está, si yo quiero saber si soy portadora no me la puedo hacer porque no tengo acceso a la prueba, está delimitada por las autoridades del Ministerio de Salud”, expresó Somarriba, en una entrevista para el programa Esta Semana, el domingo 16 de agosto.
Las vacunas contra covid-19 para América Latina
Además de la vacuna rusa Suptnik V, la multinacional AstraZeneca y la Universidad de Oxford, podrían concluir la fase tres de sus pruebas a finales de noviembre de este año, para el desarrollo de su propia vacuna, pero no será comercializada al público, principalmente en América Latina, hasta el primer semestre de 2021.
“Primero es importante decir que lo que anunció Rusia hace poco es que van a entrar a la tercera fase de vacunación, es lo que dice su propia página web, que todavía está en estudios de investigación. Una cosa es que lo haya anunciado políticamente y otra cosa es que estén siguiendo sus propios protocolos que no han sido publicados”, mencionó Somarriba.
La vacuna desarrollada por AstraZeneca y Oxford sería comercializada en América Latina a precios de entre tres y cuatro dólares, y está recibiendo el apoyo de la Fundación Carlos Slim. Además, sería producida por el laboratorio argentino mAbxience, que se dedicaría al envasado y acabado de esta vacuna.
Medina considera que algo similar ocurrirá con la producción de la vacuna rusa Suptnik V, que promete el Gobierno de Nicaragua en la planta Méchnikov, pues a su juicio, en lugar de producir la vacuna contra la covid-19 como tal, se dedicarán el envasado de esta para posteriormente comercializarla.
“Producir se está usando muy liberalmente por el Gobierno y por la misma Organización Panamericana de la Salud. En realidad lo más que pueden hacer aquí, viendo las foto del laboratorio que se han publicado, lo que hay es una línea de envasado de inyectables, de viales de 5 mililitros, lo que reciben ellos es un polvo liofilizado con el principio activo de la vacuna y me imagino que con los otros componentes, para aquí solo diluirlo, ponerle el tapón al vasito y la etiqueta y eso se puede exportar siempre y cuando esté certificado por un organismo”, aseguró Medina.
Los niños no son inmunes a covid-19
El informe del Observatorio Ciudadano COVID-19, del pasado 12 de agosto, reveló que si bien es cierto las cifras de muertes de jóvenes son menores en comparación con las de personas mayores de 60 años, los contagios son más masivos en la población más joven, incluidos menores de edad.
La pediatra infectóloga María Mercedes Somarriba explica que se ha desmitificado la falsa creencia de que los niños son inmunes a la enfermedad y menciona que tanto en Reino Unido como en España se registraron casos de niños y jóvenes con “Síndrome de Respuesta Inflamatoria Multisistémica (SRIS)”, que puede hacer que el paciente presente aumento en la temperatura corporal, taquicardia, y otros padecimientos.
Esos mismos efectos se han visto, según Somarriba, en los niños nicaragüenses que han padecido covid-19. “Yo he visto pacientes, y entiendo que hay pediatras que han visto pacientes graves, estos niños pueden requerir cuidados intensivos en un 80% de estos casos”.
Con esta advertencia, Somarriba destaca que es importante no descuidar las medidas de protección, principalmente, dijo, si los niños presentan fiebre alta, decaimiento, dolor abdominal o diarrea. Indicó que es importante que se les lleve al Centro de Salud de inmediato, porque podrían estar ante un caso grave que puede causar la muerte.
