8 de octubre 2023
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La Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús (AUSJAL) entregó al papa Francisco un informe sobre la cancelación y confiscación de la Universidad Centroamericana (UCA) y de la Asociación Compañía de Jesús de Nicaragua, a las que califican como la “víctima más reciente” de la dictadura de Daniel Ortega.
“La UCA —al igual que la Compañía de Jesús en ese país— es la víctima más reciente de un proceso sostenido de represión y sometimiento de las voces críticas y disidentes”, escribieron los jesuitas.
El informe fue entregado por el Luis Arriaga, rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México y presidente de AUSJAL, durante el encuentro sinodal que se realizó a finales de septiembre de 2023, entre rectores de universidades latinoamericanas y caribeñas con el pontífice.
Arriaga enfatizó, en el informe, que “la deriva autoritaria del régimen encabezado por Daniel Ortega ha defraudado las esperanzas que alguna vez depositó el pueblo de Nicaragua en el sandinismo”.
Y que ahora observan con preocupación como un “poder temporal arbitrario e injusto, pretende vulnerar los derechos de un pueblo que ha luchado arduamente por ser libre. Esto es un llamado a la acción”.
Destacó que, en Centroamérica, “la bandera del mal se yergue detrás de los andares de quienes vulneran la dignidad de sus hermanos y hermanas. Tal es el caso de los lastimosos sucesos que han sobrevenido sobre el valiente pueblo de Nicaragua, mismos que hoy también afectan directamente a la Compañía de Jesús”.
Ortega y Murillo hunden a Nicaragua en “el autoritarismo”
Señalan que la dictadura de Ortega y su esposa Rosario Murillo ha sumido al sistema político del país en “el autoritarismo”, al no permitir cambios de gobierno, eliminar los contrapesos y las represalias en contra las organizaciones y personas que han alzado “la voz a favor de la justicia, los derechos humanos y la democracia”.
“Hacemos un llamado a todos los integrantes de la Iglesia católica y a las personas de buen corazón a sumarse en los esfuerzos contra el régimen de Daniel Ortega, que ya ha lastimado suficiente al pueblo de Nicaragua. Así como a la defensa de la misión jesuita en este país y de los hermanos en Cristo”, exhortaron.
Agregaron que “el apoyo de la comunidad internacional debe centrarse en frenar los avances orteguistas que engullen cada vez más partes del alma y cuerpo del pueblo nicaragüense”.
Los jesuitas subrayaron al pontífice que las acciones contra la universidad y los jesuitas en Nicaragua son una represalia al “trabajo que la UCA ha realizado en la búsqueda de una sociedad más justa y en defensa de la vida y la verdad en Nicaragua”.
También, destacaron las palabras del padre Arturo Sosa, superior general de Compañía de Jesús, quien calificó como “falsas, y sin fundamento alguno” las acusaciones hechas contra la UCA, y señaló que “se le ha negado además el derecho a la legítima defensa”.
Campaña de hostigamiento en contra de la UCA
Destacan que las agresiones en contra de la UCA comenzaron en abril de 2018, cuando miembros de la juventud sandinista entraron al campus y causaron destrozos. También informaron de las amenazas de muerte en contra del padre José Idiaquez, entonces rector de la UCA, y de universitario de esta casa de estudios.
“La ocupación y disolución de la UCA es la culminación de una continua campaña de hostigamiento contra esta universidad, que se mantenía como un espacio de oposición y refugio para los nicaragüenses disidentes”, detallaron.
El pontífice fue informado sobre la expulsión del domicilio de los sacerdotes jesuitas y de la incautación de los bienes muebles e inmuebles de la Compañía de Jesús en Nicaragua.
Los jesuitas reafirman la petición de la Provincia Centroamericana, de la Curia General de la Compañía de Jesús y de los jesuitas en todo el mundo, de revertir y corregir las medidas “drásticas, inesperadas e injustas” que fueron ejecutadas por el Poder Judicial y el Consejo Nacional de Universidades.
Asimismo, pidieron cesar las agresiones estatales en contra de la UCA y sus integrantes, y se busque una solución racional donde “impere la verdad, la justicia, el diálogo y la defensa de la libertad de cátedra”.
