1 de junio 2023
Tres días después que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo confiscó un colegio a las religiosas Hijas de Santa Luisa de Marillac, el Ministerio de Gobernación (Migob) oficializó este jueves 1 de junio de 2023, el cierre y confiscación de la Asociación Hijas de Santa Luisa de Marillac en el Espíritu Santo, bajo un supuesto “incumplimiento de sus obligaciones”.
La Policía del régimen orteguista se tomó el lunes 29 de mayo las instalaciones del Instituto Técnico Santa Luisa de Marillac, en San Sebastián de Yalí, Jinotega, fundado hace 31 años. Además, ordenó la expulsión de tres monjas encargadas del centro, señaló la investigadora Martha Patricia Molina.
En un acuerdo ministerial, publicado este 1 de junio en La Gaceta Diario Oficial, la titular de Gobernación, María Amelia Coronel Kinloch, señaló a la organización religiosa de “no reportar sus estados financieros, periodo fiscal 2022, con desgloses detallados de ingresos y egresos, balanza de comprobación, detalle de donaciones (origen, proveniencia y beneficiario final)”.
Las acusan también de “obstaculizar el control y vigilancia de la Dirección General de Registro y Control de Organismos sin Fines de Lucro del Migob, y de no promover políticas de transparencia en la administración de los fondos que manejan. De tal forma, que supuestamente desconocían “las actividades que realizaban, la ejecución de sus proyectos y si estos, eran acorde a sus objetivos y fines, por los cuales se les otorgó su personalidad jurídica”, de acuerdo con la resolución.
La Asociación Hijas de Santa Luisa de Marillac en el Espíritu Santo tenía 24 años con personería jurídica, aprobada el 11 de enero de 1999.
Dictadura confisca dos colegios en menos de un mes
El cierre y confiscación de la congregación ocurre en un contexto de agresiones del régimen contra la Iglesia católica en Nicaragua. El 26 de mayo de 2023 fueron cerradas las cuentas bancarias de algunas diócesis del país, por una presunta investigación de lavado de dinero, señaló la Policía en un comunicado.
Este es el segundo centro de estudios intervenido por el régimen de Ortega, en menos de un mes. El primero fue el colegio Susana López Carazo, una de las obras emblemáticas de las Hermanas Dominicas de la Anunciata, en el departamento de Rivas, sur de Nicaragua.
La obra fue tomada por el Ministerio de Educación un mes después que la dictadura expulsó a tres monjas de esa congregación, que también dirigían el asilo de ancianos López Carazo y el colegio hasta su salida de Nicaragua con destino a Costa Rica.
Al menos 377 organizaciones católicas y evangélicas han cerrado en Nicaragua tras perder su personería jurídica entre 2022 y lo que va de 2023. Las cancelaciones de sus figuras legales son parte de la “limpieza” y el “reordenamiento” que ejecuta la dictadura en complicidad con Gobernación y, ahora, con el Mined.