6 de julio 2023
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La decisión de Daniel Ortega, de ordenar a sus diputados en la Asamblea Nacional de reformar la Constitución Política de Nicaragua y la Ley 872 de la Policía Nacional, solo pretenden afianzar su control sobre una institución que está completamente subordinada a la dictadura, afirma el exantimotín Julio César Espinoza Gallegos.
En entrevista con CONFIDENCIAL y el programa Esta Noche, este exintegrante de la Policía ahora desde el exilio, reconoce que es difícil burlar a un sistema en donde los jefes les "machacan mañana, tarde y noche" que ellos están ahí para servirle al ‘buen gobierno’ (en referencia a la administración Ortega - Murillo), y que deben estar listos a dar la vida por los dictadores.
Julio, gracias por conversar con nuestra audiencia. Vos sos un exagente de las Fuerzas Especiales de la Policía de Nicaragua que desertó en 2018. ¿Qué opinión tenés de la nueva reforma constitucional y de la Ley 872 de la Policía que pretende castigar, sancionar con cárcel a los oficiales que deserten de la institución?
Está haciendo eso de aprobar esa ley para que los agentes de la Policía tengan temor al irse y dejar las filas de la Policía.
Cuando vos desertaste por negarte a reprimir las protestas en 2018 fuiste encarcelado. Eso quiere decir que es una práctica que venía empleándose desde ese entonces: castigar a quienes desertan. ¿Conocés otros casos como el tuyo?
Los policías están desertando, y la verdad es que tiene que aprobar esa ley para tenerlos sometidos a servirle a él. Hay un policía, si mal no recuerdo, que renunció en 2019 y fue capturado en la frontera y aún está detenido. Lo acusan de tráfico internacional de drogas.
¿Cómo reaccionan los jefes policiales cuando desertan los agentes subordinados a ellos? ¿Qué impacto moral tiene eso en la institución?
El impacto moral que hay dentro de la institución cuando un agente renuncia es grande, porque ellos, hasta por la comida te meten que el ‘buen gobierno’ y que uno tiene que servirle hasta donde más... y dar tu vida por defenderlos a ellos.
¿Cuál es el temor que tienen los agentes policiales, aquellos que no comparten la represión, que no comparten la idea de reprimir al pueblo? ¿Cuál es el temor que tienen estando dentro de la institución?
Lógicamente, saben que renunciar al régimen de Ortega te queda la cárcel, la tortura y hasta asesinato. Desaparecerte. Exiliarte.
¿Conoces cuál es el sentir de los oficiales de la Policía Nacional cuando se les obliga, por ejemplo, a obedecer órdenes de reprimir a la gente y no están de acuerdo con eso? ¿Cuál es el sentir de los funcionarios de la Policía Nacional en este momento?
Evidentemente, hasta donde yo estuve, dentro de la Policía había muchos oficiales que no querían reprimir y todo eso, pero temen ser encarcelados, que la agarren contra su familia. Pero bueno, al final ellos siguen ahí, dicen que por necesidad, pero la verdad es que cuando uno ama a su patria no mide las consecuencias. Y fue el caso mío y yo estoy exiliado en Europa y la verdad que no me interesó dejar las filas de la Policía, por servirle a mi pueblo.
Vos fuiste parte de la institución policial durante seis años, cuando la Policía gozaba de cierto prestigio y credibilidad a nivel nacional, incluso regional, a pesar que ya se habían registrado algunos eventos de represión en favor de los intereses de la dictadura. Sin embargo, a partir de 2018 Ortega instrumentaliza a esta institución para reprimir a toda la población. ¿Cómo ves hoy a esa institución de la que vos fuiste parte, y cuál es su futuro?
Había represiones, pero no habían salido a luz. Pero hasta 2018 ya fue que reventó todo y evidentemente, hoy la Policía Nacional deja de ser Policía civil que se rige al pueblo, y pasa a regirse por mandato de Daniel Ortega. El camino que le toca a la Policía Nacional es ser un órgano armado. Armado a favor de la dictadura de Ortega.
