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Critican “represión” del gobierno en marcha contra la violencia

Lideres feministas considera que la actitud policial del 25 de noviembre obedece a demostración de poder contra todo aquel que no aplaude al Gobierno

Lideres feministas considera que la actitud policial a marcha contra la violencia obedece a demostración de poder contra todo aquel que no aplaude al Gobierno

Franklin Villavicencio

28 de noviembre 2017

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Representantes de los movimientos feministas nicaragüenses calificaron los obstáculos de la Policía Nacional a la marcha contra la no violencia, de este 25 de noviembre, como “un acto de represión”, durante una entrevista en el programa de televisión Esta Noche.

A juicio de Mirna Blandón, del Movimiento Feminista de Nicaragua, la actitud policial, dictada por el gobierno del comandante Daniel Ortega, obedeció a “una demostración de poder contra todo lo que no aplauda al Gobierno”.

Según las mujeres, hubo una respuesta “desmesurada” en contra de la manifestación que reunió en Managua a mujeres y representantes de la lucha contra la violencia de diferentes departamentos del país. De acuerdo con sus cálculos, el cerco policial era de unos quinientos efectivos, que colocaron en primera fila a mujeres de las fuerzas antidisturbios.

Durante la manifestación, las mujeres reclamaron que era una actitud “cobarde” colocar a mujeres para bloquear a otras mujeres que luchan por los derechos de todas y en contra de la violencia como un flagelo que afecta a la mayoría.


“A mí me parece que esto es realmente contrario a un discurso de una política de género y de  unas leyes de 50/50 (mitad de cargos para la mujer, por ley), donde hablan de equidad y de igualdad”, reclama Blandón, para quien la iniciativa se limita a un “papel mojado” del gobierno del comandante Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo.

La directora del Centro de Información y Servicios de Asesoría en Salud (CISAS), Ana Quirós, también denuncia que el gobierno además utilizó al Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI) para retener los buses en los que se transportaban grupos de Chinandega, Masaya y Matagalpa.

Mujeres policías fueron puestas en primera fila del cordón policial que impidió paso de marcha contra la violencia. Confidencial | Carlos Herrera

Rechazan argumentos de Policía y MTI

El MTI argumentó que no contaban con el permiso para trasladarse, y la Policía alegó que no habían solicitado autorización para la concentración y que obstaculizaban la libre circulación y las actividades económicas de la zona conectada entre la Carretera a Masaya y la rotonda Rubén Darío.

“Ellos usan cualquier cosa para impedir que otras mujeres y que otras personas vean nuestro ejemplo. No nos callamos. No nos doblegamos. No somos sumisas y esto les duele, les arde y les da miedo”, alega Quirós.

El mismo día de la marcha, la Policía Nacional divulgó una nota de prensa en la cual manifestaba que “personas sin permiso policial para realizar marchas (...) realizan presencia en la vía pública (...) afectando el orden público, la libre movilidad de las personas y obstaculizando la realización de sus actividades económicas, comerciales, financieras y de recreación”.

Juanita Jiménez, del Movimiento Autónomo de Mujeres, calificó el comunicado como “misógino”, porque deja entrever “el desprecio por los derechos de las mujeres y el querer justificar un acto injustificable”.

Según Jiménez, cada vez que cuando han pedido un permiso para manifestarse pacíficamente en la calle, siempre encuentran una respuesta represiva por las autoridades. Además, considera que la concentración no afectaba el orden público, tal como sostiene que sí lo hacen otras actividades oficialistas, que incluso causan el descontento de los capitalinos al utilizar la mayoría de autobuses del transporte público urbano, obligando a la población a caminar largas distancias o pagar un servicio de taxis más costoso.

“Cuando se ha pedido el resguardo de la zona y se ha oficializado para que haya un resguardo de tránsito, no se han aparecido. Lo que hacen es dejar las vías abiertas y que corramos el riesgo de ser atropelladas”, añade Jiménez.

Blandón valora que la respuesta policial es una estrategia de “lavado de manos” de las autoridades ante la condena pública que causó el actuar de dicha institución.

“Hay argumentos que se contradicen y quiero resaltar que los CPC y ellos se han manifestado y han dejado sin circulación a los managuas. Ahí sí se ha afectado a la población y nadie dice nada. Nosotras no trastocamos eso”, estima Blandón.

Durante la manifestación contra la violencia machista, en Managua, las mujeres demandaron cero intolerancia contra las violaciones. Confidencial | Carlos Herrera

Sostiene que “no existe voluntad política” contra femicidios

Las líderes feministas también reclaman que en Nicaragua no existe un compromiso del Estado para realizar un conteo estadístico real de los femicidios ni medidas que contrarresten el asesinato de mujeres y promuevan la protección de las víctimas.

“Todo se queda en un discurso. Yo creo que este gobierno no está siendo responsable”, critica Blandón.

En la manifestación del sábado, participó la madre campesina Elea Valle, quien reclama al Ejército de Nicaragua el cuerpo de sus hijos muertos en un operativo militar en la comunidad San Pablo 22, del municipio de La Cruz del Río Grande, en el Caribe Sur.

Valle, valoran las mujeres, se convirtió en un símbolo que deja en manifiesto el problema de la impunidad en Nicaragua. La madre campesina sostiene que lo único que ella desea es que se esclarezcan los hechos y le devuelvan el cuerpo de sus hijos para enterrarlos.

El actuar de esta institución castrense también es una de las demandas que realizan los movimientos feministas en Nicaragua.

“Es impensable que un Ejército Nacional, que se formó para borrar la imagen de la genocida Guardia Nacional esté haciendo hechos similares a los que hacía la Guardia. No podemos tolerar esto y toda la sociedad nicaragüense debería levantarse y decir basta ya de este tipo de asesinatos”, comenta Ana Quirós.

Para Juanita Jiménez, estas acciones forman ya un patrón y demanda que la ciudadanía no debe estar al margen de la gravedad de estas situaciones.

“La ciudadanía no solo debe mostrarse solidaria a las víctimas, sino que debe haber una acción de repudio fuerte hacia el ejército y al gobierno. No pueden seguir callando y tienen que dar una explicación, porque nada justifica este tipo de crímenes”, sentencia la activista.


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Franklin Villavicencio

Franklin Villavicencio

Periodista nicaragüense con tres años de trayectoria en cobertura de temas culturales y derechos humanos. Ganador del Premio Pedro Joaquín Chamorro a la Excelencia Periodística.

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