12 de mayo 2018
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Miembros de la Cámara Nicaragüense de Internet y Telecomunicaciones, (Canitel, adscrita al Cosep), se comprometieron el viernes a mantener el servicio “ininterrumpido” de Internet en Nicaragua, tras una reunión con funcionarios del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor, ente regulador), para “explorar soluciones en función de mitigar” posibles nuevos ciberataques.
La convocatoria hacía referencia al “ataque para extraer, manipular y destruir información”, sufrido por los sitios web de diversas instituciones públicas, aunque también se atacó a sitios pertenecientes a entidades privadas, entre ellas Confidencial y La Prensa.
La reunión pretendía “conformar un centro de coordinación de respuesta a ciberataques, que nos permita brindar soluciones efectivas con el menor tiempo de respuesta”, aunque la invitación se interpretó en las redes sociales como una nueva excusa para tratar de controlar el ciberespacio.
La respuesta de las empresas adscritas a Canitel, fue enviar preferentemente a sus técnicos, que después explicaron a sus gerentes la posición del ente regulador. Una fuente que participó en la cita dijo que las autoridades de Telcor cambiaron de opinión, y solo les encomendaron que tomaran medidas preventivas para enfrentar ataques similares.
Horas después de concluida la reunión, los directivos de la Cámara se reunieron para analizar la propuesta de Telcor, y respondieron con un comunicado en el que se declaran “conscientes del derecho de la ciudadanía al acceso a los servicios de información a través de Internet y su importancia”.
Por ello, aseguran que están “comprometidos con la operación y prestación irrestricta e ininterrumpida de los servicios de acceso a Internet”, y prometen que “nuestras empresas y nuestras redes están funcionando con normalidad para el servicio a todos los nicaragüenses”.
El silencio de las empresas
No fue posible obtener declaraciones de las empresas adscritas a la Cámara, aunque un ejecutivo de una de las empresas que ofrece servicios de telecomunicación celular, explicó que “nuestra posición será la posición que acuerde la Cámara”.
Quienes sí expresaron públicamente su posición, en sus perfiles de Facebook, fueron Yota y Cootel, empresas de capital ruso y chino respectivamente, quienes prometieron servir apropiadamente a sus clientes. Claro y Movistar (de capital mexicano y español respectivamente), se limitaron a reproducir el comunicado de Canitel
Yota, que se definió a sí misma como “una empresa privada de origen ruso”, ratificó a sus clientes “que en el presente y futuro, no afectamos ni restringimos su experiencia de navegación”, comprometiéndose a “mantener el mismo estándar de calidad con el que hemos venido operando”.
Aunque en general, los internautas se declararon satisfechos del servicio que reciben de esa compañía, conocer su origen ruso causó cierto rechazo, y hasta hubo quien le advirtiera que “el día que se presten al juego del gobierno de querer censurar el Internet con la excusa de querer la ‘seguridad de la familia’, ese día perderán muchos clientes y por ende tendrán pérdidas económicas”.
Más prudente, Cootel se limitó a señalar que “somos una empresa privada de inversión extranjera”, que reiteró su deber de “garantizarles la continuidad interrumpida y sin ningún tipo de limitación, de nuestros servicios”.
Entre las respuestas de los internautas, Alexander Somoza les dice “espero y sea cierto... de lo contrario desde ya asuman las consecuencias”, mientras que Walter López advierte que “ese comunicado es una copia del comunicado de Yota, cuidamos ciudadanos es una mentira más para que bajemos la guardia y luego corten la señal”.
