5 de agosto 2024
A pesar de una represión generalizada, que ataca especialmente a los jóvenes, los votantes venezolanos mantienen la presión sobre el Gobierno de Nicolás Maduro para que el Consejo Nacional Electoral muestre las actas desglosadas por mesa, centro de votación y municipio para dilucidar quién fue el verdadero ganador de las elecciones del pasado 28 de julio.
En el proceso, esa represión se ha saldado con la vida de al menos once personas, y la detención de casi mil más, incluyendo entre ellos a 90 menores de edad, y a seis personas con diferentes discapacidades.
En una conversación en el programa Esta Semana, el defensor de derechos humanos Gonzalo Himiob, director del Foro Penal y Xabier Coscojuela, periodista y miembro del Consejo Editorial del Diario Tal Cual, opinan que “la gente no se desmovilizará”.
“En 2017, la protesta en Caracas era fundamentalmente de sectores de clase media. Pero en esta oportunidad, la protesta bajó de los cerros, de norte a sur, y de este a oeste”, considera el periodista Xabier Coscojuela.
¿Qué información ha recabado el Foro Penal sobre las consecuencias de la represión en estos siete días? víctimas fatales, detenidos, desaparecidos, violaciones a derechos humanos.
Gonzalo Himiob: Nuestro corte al 3 de agosto a las 3:00 de la tarde, confirma 939 detenciones arbitrarias distribuidas en todo el país. Ha sido generalizado el uso de la fuerza pública para tratar de neutralizar a las personas que han salido a manifestar después del proceso electoral. Son datos corroborados.
Con respecto a los fallecidos, Foro Penal tiene confirmadas 11 muertes en el contexto de las protestas. Esto no quiere decir que no haya más fallecidos, sino que como nuestros protocolos de verificación son muy estrictos, estamos cuidándonos mucho de difundir datos o cifras que no hayamos podido corroborar directamente.
El Foro Penal tiene abogados voluntarios en todo el país, y a todos les hemos dado la tarea no solo de asistir gratuitamente a las víctimas de estas instituciones arbitrarias, sino además se les ha dado la tarea de rectificar, de confirmar más allá de cualquier duda, los sucesos que puedan involucrar fallecimientos, asesinatos de personas.
Dentro de esta cifra global, lamentablemente hay seis personas que son discapacitadas: invidentes, sordas, personas con síndrome de Down… incluso hay dos casos confirmados de muchachos que están dentro del espectro autista, uno de ellos adolescente.
Con respecto a las desapariciones, hay que manejar ese término con mucho cuidado porque como ha sido masivo el uso de la fuerza, muchos familiares, muchos allegados de jóvenes -porque la represión se ha focalizado básicamente en personas muy jóvenes- los reportan como desaparecidos, pero a nosotros nos toca verificar si en efecto están desaparecidos o están arrestados y pueden ser ubicados en cualquiera de estos centros de reclusión.
El chavismo ha amenazado con cárcel a líderes opositores como María Corina Machado y Edmundo González, pero este sábado vimos que decenas de miles de personas salieron a las calles a protestar, tanto en Caracas como en distintas ciudades de Venezuela, en reclamo y en defensa de la validez de su voto. ¿El Estado reconoce el derecho a la protesta cívica?
Xabier Coscojuela: Relativamente. Hasta ahora, el Estado no ha decretado una suspensión de posibilidad de manifestación, pero en algunas partes de Venezuela hubo represión contra gente que quiso manifestar. En Caracas no lo hicieron abiertamente, porque era mucha gente, y reprimir a tanta cantidad de gente cuesta más. Pero en la Ciudad de La Victoria en el Estado Aragua, (apenas a 100 kilómetros de Caracas), la gente quería concentrarse en el punto donde se había concentrado días anteriores y fue tomado por la fuerza pública para evitarlo. En Caguas -otra población del Estado Aragua- lanzaron bombas lacrimógenas a los que intentaban concentrarse.
De todas maneras, la gente siguió intentando manifestar su disconformidad con los anuncios del Consejo Nacional Electoral y con el anuncio del Gobierno de Nicolás Maduro porque están defendiendo su voto. No solamente está defendiendo la elección de Edmundo González Urrutia, si no que están defendiendo la decisión que ejercieron. En 2002, cuando el golpe de Estado a Hugo Chávez, hubo chavistas que decían que se tenía que respetar su voto, porque ellos habían decidido votar por Chávez. Bueno: está ocurriendo exactamente lo mismo.
Lo que pasa es que ahora los golpistas son Nicolás Maduro y quienes lo acompañan en el poder. Creo que a ellos los sorprendió mucho -y me incluyo también entre los sorprendidos- cuando sobre todo el día lunes, quien protagonizó las protestas fue gente de los barrios de Caracas. En Venezuela, cuando uno dice ‘barrio’ se refiere a gente humilde. Esa gente salió de distintas partes de Caracas y llegó muy cerca al Palacio Miraflores, donde fueron reprimidos por los famosos colectivos, quienes se vieron disparándole abiertamente a gente no solo que estaba a pocos metros del Palacio de Miraflores, sino que estaban al lado de efectivos de la Guardia Nacional y de la Policía, quienes no hicieron absolutamente nada para impedir que estos señores dispararan.
Creo que el estado generalizado de la gente, ante la represión, que ha sido masiva y en todo el país es de miedo, y genera algún tipo de contención en algunos, pero el ánimo de la abrumadora mayoría de los venezolanos es seguir peleando porque se respete lo que se decidió el 28 de julio.
Alguien podría decir que Venezuela ya vivió esta historia Venezuela en 2014. Luego, en 2017, hubo un intento de una protesta cívica muy sostenida, y también una represión que al final terminó aplacando, capturando, mandando a muchos líderes al exilio. ¿Hay alguna diferencia hoy, en la protesta, y en la represión?
Gonzalo Himiob: Una de las cosas que se empezó a dar con mucha fuerza desde finales del año pasado, pero no con esta intensidad, es que a ninguna de las personas arrestadas durante las protestas se les está permitiendo estar representados por sus abogados, sean de ONG, de voluntarios que trabajan gratuitamente o incluso por sus abogados privados. A todos, absolutamente a todos, se les ha impuesto un defensor público contra su voluntad.
Eso es algo que, si bien había pasado en algunos casos muy puntuales, en este momento puede calificarse como una política de Estado. No hay forma de que ningún abogado, ni siquiera un abogado pagado privado, de cualquiera de las víctimas de estos arrestos, pueda prestar su asistencia y ejercer su defensa técnica en ninguno de estos casos.
Otra particularidad que comenzamos a ver, es que se ha arrestado a abogados tanto de ONG como abogados privados que han reclamado al poder, a los cuerpos de seguridad, que les permitan hacer su trabajo.
En todos los reportes hemos visto que la represión ha sido tan indiscriminada, que también se ha dirigido de forma particular hacia los menores de edad. En el último reporte estábamos hablando de 90 menores detenidos en todo el país. En los anteriores la cifra de menores detenidos -y no sé si es coincidencia- siempre era de aproximadamente el 10%. Esto es algo novedoso. No es que antes no se hubiera detenido a menores arbitrariamente, pero esta proporción de ser siempre y en todo momento, el 10% del bloque general de detenidos, no se había visto antes.
La protesta en Venezuela bajó de los cerros
El régimen ha criminalizado las protestas. Los acusa de terroristas, de acciones violentas, y sigue capturando líderes de organizaciones opositoras. ¿Estas son manifestaciones de resistencia cívica, o hay expresiones de violencia frente a la violencia del Estado?
Xabier Coscojuela: Creo que hay de todo. Inicialmente, y creo que la mayoría, han sido manifestaciones pacíficas, pero en este tipo de manifestaciones, cuando además son tan masivas como en los primeros días, no es de extrañar que alguien pueda excederse. Lo que sí es evidentemente desproporcionado es el uso de la fuerza que ha hecho el Estado contra los manifestantes. La represión ha sido generalizada y ha sido brutal, y se ha centrado sobre todo en los barrios populares de Venezuela.
La diferencia con respecto a años anteriores, es que esa represión está siendo grabada y transmitida por las redes sociales de manera masiva. En 2017, la protesta en Caracas era fundamentalmente de sectores de clase media. Pero en esta oportunidad, la protesta bajó de los cerros, de norte a sur, y de este a oeste.
Lo más importante de todo es que hay un hecho concreto: la gente votó el domingo pasado y lo hizo de una manera, lo hizo a favor de un señor y ganó abiertamente esa persona. El chavismo no quiere presentar las actas, como sí hizo en 2013. Cuando se puso en duda el triunfo de Nicolás Maduro contra Henrique Capriles, el chavismo empezó a publicar las actas de votación en las redes. Ahora no lo hace.
Hay un cambio en ese sentido, porque es evidente que salieron derrotados, y por eso no quieren presentar las pruebas, a pesar que sería muy sencillo de hacer, porque el CNE tiene las actas, y el PSUV tiene una copia exacta. Bueno, contrastemos las actas. Ahí están los resultados, pero se niegan a hacerlo.
Están haciendo un intento ante el Tribunal Supremo de Justicia, para que sea el Tribunal el que decida. Es evidente que lo que quieren es enfriar todo. En Venezuela, todos sabemos que ese Tribunal responde a las órdenes de Nicolás Maduro. No hay ninguna duda. Lo que ordene Nicolás Maduro es lo que van a hacer esos jueces, y me imagino que dirán que recibieron las actas del CNE, y de algunos partidos que tienen actas -que no pueden tener muchas porque la mayoría no tuvo representantes en todas las mesas- y después de unos días dirán que revisaron las actas y ratificarán el anuncio del CNE.
En los hechos concretos, es evidente que es un fraude a la voluntad de los venezolanos, y que ese fraude se está tratando de ahogar con toda la fuerza que pueden. Estamos viendo gente en muchos casos encapuchados, sin ningún tipo de orden judicial. Se habla también de extorsión a los detenidos y a sus familiares. Algunos se aprovechan del caos que hay, pero en definitiva la solución es sencilla: presenten las actas, y se verá qué fue lo que pasó.
En este momento no se vislumbra una salida a esta crisis. Maduro está atrincherado en negarse a presentar los resultados. Está aferrado al Tribunal Supremo de Justicia, que controla a él. Por el otro lado, la gente sigue manifestándose y sigue protestando. ¿qué vislumbran ustedes en el futuro? ¿Esta situación puede prolongarse indefinidamente? ¿Hay temor de que se produzca una mayor escalada de violencia, o esto puede conducir a alguna clase de negociación política?
Gonzalo Himiob: Adelantarse y plantear posibles escenarios, es muy complicado para nosotros, que no somos analistas políticos. Nuestro tema es la defensa de los derechos humanos, pero si nos guiamos por experiencias previas en cuanto a lo que ha sido la represión en nuestro país y, sobre todo, si nos guiamos por el desempeño represivo del poder en el último año, no vemos que vaya a haber una disminución de la represión a corto plazo, por lo menos. Es muy difícil.
Las órdenes y las políticas del Gobierno, con respecto a que la gente salga a expresarse contra los resultados que anunció el CNE, están muy claras. No hemos visto disposición ni en los cuerpos de seguridad, ni en la Fiscalía, ni en los tribunales, de cuestionar esas órdenes. Anticipamos que de seguir la situación política como está y como va, la represión continuará e incluso puede recrudecer, por ese intento del poder de tratar de disuadir e intimidar a grandes masas de población.
Lo que sí puedo asegurar es que la intimidación no ha surtido efecto. La gente tiene miedo, pero eso no les ha impedido salir a manifestarse, a protestar, y a seguir los lineamientos que les dicta el liderazgo político. Siguen protestando. Van a seguir protestando y eso va a suponer picos represivos.
Aunque la información fluye a través de las redes sociales, vimos que durante esta campaña electoral hubo un enorme desequilibrio en el acceso a los medios de comunicación. En Venezuela, los medios independientes están sometidos a censura. ¿La gente puede acceder a las plataformas digitales de Tal Cual, El Pitazo, Efecto Cocuyo, El Nacional, de los medios independientes, o el Estado ya controla parte del Internet?
Xabier Coscojuela: Los medios que acabas de citar están todos bloqueados desde el Gobierno. Hay que utilizar VPN para poder ver esos medios. En radio hubo dos programas muy escuchados en Caracas, que fueron suspendidos esta semana. Una periodista que trabaja en una de esas emisoras me dijo que no podía decir nada sobre las protestas.
El viernes, el Gobierno se metió un autogol con lo que hizo en el Tribunal Supremo de Justicia, donde los candidatos habían sido citados, y uno de ellos, Enrique Márquez, dio unas declaraciones cuestionando todo lo que se estaba haciendo. Esa declaración fue transmitida en vivo y directo por Venezolana de Televisión, que era el canal del Estado, (porque ahorita es el canal del Partido Socialista Unido de Venezuela), y por Venevisión, que es el canal privado que tiene más alcance en Venezuela.
En general los medios, sobre todo la radio y la televisión, están muy controlados y una parte importante de los medios web están bloqueados, aunque se pueden ver utilizando una VPN. También hay que tomar en cuenta que la conexión a Internet en una buena parte de Venezuela no es la mejor. En todo caso, la gente hace circular información a través de redes como WhatsApp y otras.
Los periódicos en papel casi desaparecieron hace un tiempo por diferentes razones. Televisión y radio están muy controladas. Muchas se autocensuran, así que las páginas web son lo que le queda a la gente para informarse y difundir información. La gente sabe lo que está pasando, sabe lo que pasó, está manifestándose, parece estar dispuesta a seguir protestando, a exigir que se respete su voto, pero no sé hasta dónde llegará el Gobierno para tratar de evitar que se difundan las informaciones.