20 de octubre 2021
"Laura" tiene un negocio de comida casera los días de semana y los fines de semana se dedica a vender comida rápida como papas fritas, hot dogs y sopas. Últimamente el negocio no ha estado bien, principalmente por el peso que tiene dentro de sus costos los dos tanques de gas licuado de petróleo que debe cambiar mensualmente.
El domingo 17 de octubre, el Instituto Nicaragüense de Energía (INE), estableció un nuevo precio para ese tanque de gas de 457.25 córdobas, diez córdobas más que la semana anterior, peor aún, esta sería el alza número 19 del año, que solo ha provocado más gastos para los nicaragüenses.
"Por lo general todo lo hago con gas. Uso una plancha para hacer la sopa o las hamburguesas y las papas fritas, por lo general tengo dos tanques de gas y los dos me duran un mes", explica la mujer que ahora se plantea ver cómo evoluciona el panorama hasta diciembre y si el cilindro continúa aumentando de precio, dice que se valoraría cerrar.
La situación no solo le afecta a ella. Ana María Treminio es una emprendedora que hace menos de dos meses inició con un proyecto que busca vender granola artesanal a través de su marca GranArte. Como está empezando utiliza el tanque de gas de su casa y por tanto debe reponerlo con bastante frecuencia.
"Ahorita con estas alzas que han habido del gas, realmente se me ha hecho un poco difícil estabilizar el punto de equilibrio de lo que quiero lograr porque casi cada semana hay una alza del gas. A esto le sumo que uso el gas de mi casa porque no lo tengo asignado para mi negocio, pero es bastante difícil lograr el punto de equilibrio porque está bastante caro", dice Ana.
Para poder mantener el negocio a flote, Ana María ha tenido que utilizar productos distintos que le puedan salir más baratos y así mantener su idea, pero "no es sencillo", dice. Aunque, aclara, que no está viendo el nivel de ganancias que quisiera, pero todavía no tiene pérdidas.
"Prácticamente solo le estoy dando vueltas al dinero ahorita para hacer que mi negocio se pueda conocer y tengo la meta de que se pueda conocer un poco más", amplía.
En cambio, "Laura", no está viendo números positivos y augura que posiblemente hasta diciembre continúe con su negocio porque solo está sacando para la comida, "y se trata de ver ganancias".
"Por ahora ya no resulta. Lo que estoy haciendo es salirme de eso y meterme a otro negocio que es para el tema de las mascotas", explica "Laura".
Buscar alternativas al precio del gas es complicado. Todas las presentaciones suben por igual y solo en octubre ya hubo tres alzas en las tres semanas que lleva el mes. Un incremento que afecta a todas las familias nicaragüenses por igual y de las que el ente regulador, el INE, no se ha pronunciado ni una sola vez.
El cilindro de diez libras, una presentación más pequeña y por ende más económica ya se cotiza a 188.50 córdobas, mientras que la presentación más grande, el cilindro de 100 libras, superó todas las expectativas con un precio de 2102.75 córdobas.
"Laura" dice que ha valorado también el uso de leña, pero considerando que eso genera mucho humo y también tiene afectaciones para la salud, es poco probable que migre a usarla para mantener a flote su negocio, por el momento, cerrarlo es la mejor opción que ve.
Tras la crisis sociopolítica de 2018, muchos nicaragüenses perdieron sus empleos y decidieron empezar negocios de comida como una manera de sostenerse, pero sumado al aumento de los precios en los alimentos, materia prima para ellos, este año ha sido particularmente inclemente con los precios del gas butano.
En enero, por ejemplo, un tanque de gas costaba, según los datos oficiales del INE, 301 córdobas, mientras que para octubre, cada nicaragüense debe pagar, por el cilindro de 25 libras, 156 córdobas adicionales.
Los únicos meses este año que registraron disminuciones en el precio fueron abril y las dos primeras semanas de mayo, para totalizar cuatro bajas en diez meses, mientras que las alzas no se han detenido desde la cuarta semana de mayo hasta la fecha.