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Una posible salida de Ortega a la crisis

Ortega necesita seguir comprando diputados para que pidan una auto-disolución y hagan el llamado a una Asamblea Constituyente

Rosario Murillo y Daniel Ortega durante la celebración de la Asamblea del FSLN, a mediados de mayo. Foto: Presidencia.

Oscar René Vargas

24 de junio 2016

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He estado pensando cual sería una salida que buscaría Ortega a la crisis actual. Mi hipótesis sería lo que digo a continuación:

Primera premisa: el objetivo principal de Ortega y de la nueva clase es tratar por todos los medios de mantenerse en el poder y consolidar la sucesión. Lo que contentaría a todas las corrientes al interior del partido de gobierno.


Segunda premisa: necesita de los diferentes tipos de zancudos (PLC, APRE, ALN, PC y PLI) para realizar su operación política y que sus cabezas visibles salgan declarando que están de acuerdo con la propuesta del Comandante.

Tercera premisa: Ortega avanza hasta donde puede para luego proponer una solución que sea aceptable a los zancudos (comparsa) e incluyendo a los que denuncian la operación política que eliminó al PLI-Montealegre y al PAC. Ambas organizaciones están fuera de toda posibilidad de participar, en las condiciones actuales, en las elecciones de noviembre próximo.

Cuarta premisa: necesita realizar una operación constitucional que sea aprobada por los dos poderes fácticos que no controla y que tienen una autonomía relativa: el gran capital y la conferencia episcopal. Él necesita de la aprobación de estos dos para que influyan en el campo internacional. Por ejemplo, que el COSEP declaré estar de acuerdo e ir a cabildear a los EEUU que esa era la solución más adecuada.

Quinta premisa: con el apoyo de esos dos poderes fácticos, Ortega cree y piensa reconstruir la pérdida de legitimidad (debido a las recientes medidas) con la medida que quiere ejecutar, pero sin volver para atrás. Es decir, sin recular al punto de partida y seguir avanzando en sus objetivos de perpetuarse en el poder.

Antecedentes históricos:

En 1936, al dar el golpe de estado Anastasio Somoza García fue a la elección de diciembre de 1936 sin partidos de oposición creíble, el partido conservador histórico no participó en las elecciones tanto la tendencia de Emiliano Chamorro como de Carlos Cuadra Pasos. Por lo tanto, el PC pierde la personería jurídica y queda al margen de la legalidad jurídica.

En 1937, Somoza García controlaba el Ejército, como el Congreso, el poder judicial y el electoral.

Es a partir de ese momento, que Somoza García pone en marcha el modelo político del “zancudismo político” y crea un partido conservador zancudo que participa en las elecciones dándole la misma proporción de diputados y senadores que habían obtenido el partido conservador en la elecciones de 1932.

En diciembre de 1936, Somoza García es electo y asume la presidencia en enero de 1937. Lo primero que hace es darle una serie de concesiones al capital de la época en exoneraciones y otras prebendas para gozar de su complicidad y neutralidad.

Somoza García también gozaba del beneplácito del jefe de la iglesia católica, el Obispo Lezcano. No hay que olvidar que Somoza García es declarado a su muerte “Príncipe de la Iglesia”. Sin embargo, Somoza García no gozaba de la legitimidad necesaria para presentarse a nivel internacional como un presidente electo con todas las reglas de la ley.

En conversaciones con la tendencia de Cuadra Pasos en el año 1938, acuerdan la auto-disolución del Congreso de la época. En septiembre 1938, Somoza García legaliza al Partido Conservador (tendencia de Cuadra Pasos, y en contra de la tendencia de Emiliano Chamorro quien se encontraba en el exterior) y llaman a las elecciones de la Asamblea Constituyente que será electa y tomará posesión a finales de 1938.

La Asamblea Constituyente electa promulga la nueva constitución por medio la cual se toman dos medidas concretas: se institucionaliza el “zancudismo político” (se integra a la cultura política del país a partir de esa época) y Somoza García legaliza su poder y por constitución le prolongan su período presidencial por 10 años más (1936-1948).

Como consecuencia del pacto Somoza García-Cuadra Pasos del año 1938, el cual no se debe confundir con el pacto de 1948 de los mismos personajes; los norteamericanos lo invitan hacer una visita oficial a los EEUU en mayo de 1939. EE.UU. lo reciben con todos los honores de su cargo, ya que como dijo el Presidente Franklin D. Roosevelt “Somoza puede ser un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”.

Hipótesis: una posible salida de Ortega

Primero: al ver la reacción en contra de los diferentes sectores a la eliminación de PLI-Montealegre y PAC, reacciones prevista y analizada previamente. Ahora Ortega necesita desarmar o eliminar ese rechazo.

Segundo: ya tiene aceitado el tendido electoral con los zancudos. Por lo tanto, no hay que pensar que se va a mantener quieto esperando que se empeore la situación en su contra tanto a nivel nacional como internacional.

Tercero: todos ellos, los zancudos, han declarado que ellos van a las elecciones en las condiciones actuales. Pero su participación no le daría a las elecciones la legitimidad necesaria de cara al exterior ni al interior.

Cuarto: por lo tanto, Ortega necesita seguir comprando algunos diputados de la actual bancada PLI para que pidan una auto-disolución y hagan el llamado a una Asamblea Constituyente a fin de darle mayor legitimad y que se realice sin problemas. Es decir, necesita aislar a los “recalcitrantes” e incrementar el número de los diputados zancudos que estarían anuentes a su proyecto.

Quinto: el gran capital y los sectores más acomodaticios de la iglesia católica y protestante le darían su apoyo porque lo justificarían diciendo que el país necesita calma y tranquilidad y que una Asamblea Constituyente implicaría un acuerdo nacional.

Sexto: después de ese acuerdo nacional, aislado los “recalcitrantes” que juegan a la “desestabilidad del país”, miembros del gran capital viajarían a los EEUU para presentar esa salida como la más viable para el país y sus negocios. Los EEUU estarían de acuerdo con una salida que no implique poner en riesgo la estabilidad de Nicaragua que afectaría al conjunto de la región centroamericana.

Séptimo: Ortega no retrocede, termina de aislar a Montealegre y su grupo político. La Asamblea Nacional aprueba esta maniobra con más de 75 votos a favor después de haber doblegado algunos diputados comprables que lo que quieren es seguir manteniendo sus salarios y prebendas.

Octavo: la gran interrogante sería cuáles reformas implementarían. Posiblemente la auto-prolongación del período de los diputados (como sucedió en la Constitución de 1939), el otro objetivo matar políticamente a los “recalcitrantes” que quedarían sin vehículo electoral y posiblemente le prologarían el período presidencial a Ortega (similar a 1939).

Novena: posiblemente la interrogante sería saber la posición de la comunidad internacional (EEUU y Unión Europea) que son los aprueban los préstamos en los organismos financieros internacionales (FMI, Banco Mundial, BID, etcétera) de los que Nicaragua depende por la caída de la cooperación venezolana y el estancamiento de la inversión privada (mientras se estabiliza esta salida).


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Oscar René Vargas

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