Lo que dicen las encuestas no es necesariamente lo que nos gusta escuchar

A raíz de las dudas que suscitaron los resultados de la más reciente encuesta de opinión de M&R a quienes tuvieron el estómago para leerla, es vital remembrar los hallazgos de las últimas encuestas mínimamente creíbles realizadas en Nicaragua, a saber: El Diálogo Interamericano (julio 2020); CID-Gallup (junio 2020); Porter Novelli (noviembre 2019); Data Hunter (mayo 2019); entre otras encuestas privadas.

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Cuando navegamos las aguas más turbias y nebulosas de los últimos años en la historia de nuestro país, los patrones identificados en encuestas sirven como brújula para atracar en tierra firme. Dicho eso, es fundamental reconocer que las encuestas no pueden sustituir el sentir de la población. Acercarnos a conversar con la gente que no conocemos, sobretodo no organizada y que no piensa igual, es imperativo.

La piedra en el zapato

Lo primero que resaltan las encuestas es que la mayor preocupación de los nicaragüenses ha sido su bolsa  —no la política— hasta la llegada de la covid-19. Hoy la pandemia se ubica arriba del umbral 30 % - 50 % (Diálogo Interamericano, julio 2020; CID-Gallup, junio 2020) como el mayor problema que aqueja a los hogares, seguida por la crisis económica o falta de empleo. No por nada algunas figuras del mundo empresarial surgen con opinión favorable en las encuestas.

Además, la culpa del manejo de la crisis, sobre todo de la pandemia, se le atribuye más al régimen Ortega-Murillo pero se percibe como I) enfrentamiento entre Gobierno versus oposición y II) empeorando, en parte, por las sanciones.

Ortega pierde fuerza pero ustedes atrasan

El partido de Gobierno ha venido perdiendo apoyo desde inicios del 2018 cuando su aprobación se situaba en 60 % (Diálogo Interamericano, julio 2020), pero sigue teniendo una base sólida de entre 20 % y 30 % (CID-Gallup, junio 2020). Esta base es todavía más fuerte que cualquier organización individual o aglomerada (Diálogo Interamericano, julio 2020; CID-Gallup, junio 2020). Dicho de otra forma, la oposición todavía no tiene "pueblo".

Esta disyuntiva podría cambiar si las organizaciones hacen una limpia o un pacto de no agresión al entender el rol que juegan. Agrupaciones civiles que (re)surgieron de abril 2018 generan mejor opinión pública y son legitimadas para incursionar en la vida política en el siguiente orden: Movimiento Campesino, Unidad Nacional, Alianza Cívica y movimientos universitarios. Los partidos políticos son poco valorados pero se les reconoce su lugar, liderados por el PLC, liberalismo no-PLC y MRS.

Elecciones: A falta de yuca, pan

Existe una amplia aprobación por reformas a la Ley Electoral (~70 %) (Novelli, noviembre 2019), tanto de personas del oficialismo como de oposición, para impulsar una contienda electoral que medie la salida a la crisis.

Adicionalmente, hay una gran disposición para ir a votar como medio, y no un fin, para cambiar la situación (~70 %) a sabiendas de la probabilidad de fraude (~50 %) (Diálogo Interamericano, julio 2020; CID-Gallup, junio 2020). En este sentido, unas reformas electorales parecen reforzar la disposición, pero no la condicionan.

A pesar de la alta apreciación por elecciones, si fuesen hoy, los resultados serían abiertos (40 - 60 % indecisos) (Diálogo Interamericano, julio 2020; CID-Gallup, junio 2020) y dependerán de candidaturas —no del partido—. Los indecisos son jóvenes, en secundaria, mujeres, de cascos urbanos, que sufren más los estragos económicos. El fenómeno de la indecisión puede interpretarse como falta de “pueblo” o, como suele suceder, una pregunta demasiado prematura para responder. El votante medio normalmente define su inclinación tras una campaña y al acercarse una contienda. Por eso las encuestas de meses antes o de boca de urna suelen ser más acotadas.

Liderazgos y mediadores

La aprobación de candidaturas opositoras se refleja en figuras visibles de abril y varían mucho por encuesta: Medardo Mairena y Miguel Mora, Carlos Fernando Chamorro, Juan Sebastián Chamorro y Cristiana Chamorro, y Félix Maradiaga (Diálogo Interamericano, julio 2020; CID-Gallup, junio 2020; Novelli, noviembre 2019). Estas figuras son seguidas por una que otra cara joven (Amaya Coppens, Lesther Alemán, Edwin Carcache), mujer (Violeta Granera, Irlanda Jerez, Francisca Ramírez) y empresarios (Michael Healy, José Adán Aguerri y Carlos Pellas).
Dado que las elecciones son un medio y no un fin, probablemente se necesite de mediadores para salir de la crisis.

Las organizaciones que cuentan con mayor respaldo de ambos bandos son la Iglesia y el Ejército. Y en este sentido, las palabras que más unifican a los nicaragüenses son el patriotismo, solidaridad, empleo, y economía. Las que menos son intereses personales y los políticos (Data Hunter, mayo 2019).

• Rosario Murillo no marca ni un punto en las encuestas

Algunos primeros padrones comienzan a surgir de las encuestas pero los resultados tienen que leerse con una pizca de sal. Todavía queda mucho trigo por moler. Por ejemplo, el enfrentamiento del CxL contra el MRS parece ser, hoy por hoy, irrelevante. Lo que no se sabe es si CxL puede posicionarse como partido de preferencia en caso de no haber casilla nueva a pesar de que como partido no genera tracción, pero tampoco rechazo.

Tampoco se sabe si la gente irá a votar con la devaluación del voto o si apoyaran el no-voto u otra alternativa como consecuencia. Independientemente de eso, lo que si queda claro es que para derrotar una dictadura se necesitará tener más “pueblo” que condiciones; más liderazgos que plataformas multi-ideológicas; y más acciones que deseos.