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“Vamos a contar cómo se cambia una dictadura de forma pacífica”

Carlos F. Chamorro regresa del exilio: “Los periodistas vamos a cubrir una gran historia de dolor y esperanza”

Redacción Confidencial

29 de noviembre 2019

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Este lunes el periodista Carlos Fernando Chamorro, Director de Confidencial y Esta Semana, regresó a Nicaragua, con otros ocho ciudadanos --periodistas, estudiantes universitarios, defensores de derechos humanos y familiares de las víctimas-- luego de permanecer casi once meses en el exilio en Costa Rica, desde donde continuó ejerciendo el periodismo

En este entrevista con el programa Esta Noche que se transmite en línea, Carlos Fernando Chamorro sobre la confiscación de la redacción de Confidencial que sigue ocupada de forma ilegal por la Policía, y los desafíos que enfrenta el periodismo independiente bajo la dictadura represiva Ortega-Murillo.


¿Qué le motivó regresar a Nicaragua, y por qué ahora?

Esta ha sido una decisión personal que he tomado con mi esposa, Desirée Elizondo, quien me ha acompañado en el exilio en Costa Rica, valorando los riesgos, la falta de garantía que existe en Nicaragua para ejercer los derechos constitucionales y; por otro lado, la necesidad de regresar al país a hacer periodismo, a retomar contacto con nuestra realidad, con nuestras fuentes, con las que hemos estado siempre vinculados desde Costa Rica.

Yo estoy convencido de que cada momento en que nosotros hacemos valer nuestros derechos constitucionales en Nicaragua, a pesar de los impedimentos del régimen, estamos fortaleciendo el campo de la libertad, estamos debilitando el campo de la dictadura, y contribuyendo a abrir un camino que necesariamente tiene que conducir a un cambio democrático.

Esta ha sido una decisión individual, asumiendo mis propias responsabilidades, junto con un grupo de otros periodistas, estudiantes universitarios, defensores de derechos humanos, familiares de víctimas, decidimos regresar a Nicaragua, conscientes de que en Costa Rica hay decenas de miles de compatriotas que no pueden regresar hasta que en este país se desarme a los paramilitares, regrese la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y se abran las puertas de un cambio político.

¿Cuál es su análisis de la situación actual que existe en el país? ¿Cuál es su lectura de las acciones del régimen de Ortega?

Hemos visto fuertes arremetidas del Gobierno en contra de la Iglesia, nuevos encarcelamientos de ciudadanos opositores, amenazas y agresiones, cerrazón completa en el ámbito diplomático ante los llamados al diálogo.

Desde que se produjo la caída del presidente Evo Morales, en Bolivia, en un contexto de fraude electoral, rebelión cívica, amotinamiento de la Policía, intervención del Ejército, y otros factores bastante complejos, Ortega hizo una lectura muy simplista de ese hecho y dijo que esto anula la posibilidad de la vía electoral-.

En realidad, él nunca ha creído en la democracia, pero eso proclamó la vigencia de la vía armada como una manera de amenazar a los ciudadanos nicaragüenses, y, a partir de ese momento, ha desatado una escalada en contra de los activistas que desafían al régimen para reivindicar el derecho a la reunión y movilización; contra de los presos políticos y sus familiares que han hecho huelgas de hambrepara demandar su libertad; y de los sacerdotes que se han solidarizado con las víctimas, porque las víctimas han buscado las iglesias. Y,  por lo tanto, en menos de diez días vimos cómo el régimen lanzó una serie de ataques profanando la Catedral de Managua, atacando la iglesia San Miguel en Masaya, cercándola, al padre Edwin Román y quienes ahí desarrollaban una huelga de hambre, y luego, otra iglesia en Masaya.

Hay que recordar antes de regresar al poder Ortega pidió perdón por los atropellos de la revolución de los años 80 que  atacó a la Iglesia católica y, sin embargo ahora estos ataques han sido más feroces. Esa es la realidad con la que nos encontramos al retornar a Nicaragua. El lunes se produjo esta brutal acción de la Policía contra una familia opositora en la ciudad de León, eso es una aberración de la Policía Nacional, lo que están demostrando es que la Policía en Nicaragua colapsó, es simplemente un aparato represivo sometido a la voluntad de un partido político.

Es cierto, el espacio político está cerrado y, sin embargo, hay resistencia, y esa resistencia demuestra que Ortega no tiene capacidad de gobernar, solamente de reprimir, de mandar y de ordenar.

Los periodistas de medios independientes continúan denunciando agresión y acoso policial y de los simpatizantes del régimen en estos días.

Después del cierre, el asalto, la confiscación, la censura y, hasta encarcelamiento de periodistas por parte del Gobierno, ¿Qué podría esperarse en esta etapa?, ¿y cómo se posiciona usted ante ello, ahora que ha regresado?

Cada vez que los periodistas van a cubrir un acto de desafío ciudadano a la dictadura, están en riesgo, puede ser una huelga de hambre, puede ser los plantones que se llevan a cabo en algunas universidades, o brevemente en algunos espacios públicos, se convierten en un blanco de agresión. Hace poco, incluso, fue agredida una reportera de The New York Times en Masaya, Frances Robles, y eso indica que aquí nadie está a salvo, ni siquiera representantes de medios internacionales; los más agredidos, los más vulnerables son los colegas de medios locales en el interior del país, y frente a eso lo único que la prensa puede hacer es establecer una red de solidaridad, una red de periodismo colaborativo, para protegernos los reporteros a la hora de cubrir los hechos,  acompañarnos a la hora de compartir las fuentes y las noticias, y también a la hora de divulgarlas, como hacemos en este programa. Gracias a esta red de medios independientes nicaragüenses que están en Nicaragua, en Costa Rica, en España, en Estados Unidos, para divulgar los contenidos de este programa.

Pero, garantías no tenemos ninguna. Yo decía antes que nuestra principal defensora era la doctora Vilma Núñez de Escorcia, presidenta del CENIDH, y lo sigue siendo, aunque el Cenidh hoy ha sido confiscado, le han arrebatado su personería jurídica, pero sigue actuando, igual que nosotros seguimos trabajando, aunque nuestra redacción sigue confiscada.

¿Qué espera que suceda con el caso del asalto y confiscación de las instalaciones y los robos del equipo de Confidencial? ¿Qué puede hacer si la Corte Suprema de Justicia no se pronuncia sobre los recursos que usted ha presentado para que la Policía deje de ocupar los bienes del medio de comunicación?

Permiteme explicar qué dijo la Policía en respuesta a los recursos de amparo que nosotros presentamos ante la Corte Suprema de Justicia. Estos recursos se presentaron el 17 de diciembre del año pasado y, en febrero, el jefe de la Policía responde a la Corte por qué está ocupando esos medios de comunicación, y él alega que recibió una orden del Ministerio de Gobernación, de auxiliar al ministerio para ocupar y clausurar la organización no gubernamental CINCO, Centro de Investigación de la Comunicación, ese es el pretexto de la Policía, y con eso está admitiendo que él no tenía ninguna facultad para allanar, asaltar, robar y ocupar un medio de comunicación, como es el caso de Invermedia, la empresa productora de CONFIDENCIAL; PROMEDIA, la empresa productora de Esta Semana y Esta Noche; y Cabal, una consultoría de mi esposa, Desirée Elizondo, que está en el mismo inmueble  ocupado por la Policía.

Si en Nicaragua hubiera respeto básico al Estado de derecho y autonomía del Poder Judicial, ya debieron haber fallado esos recursos en febrero de este año. No lo han hecho. Nosotros hemos mantenido este reclamo. El Gobierno le dijo a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que están estudiando los reclamos. Evidentemente, esto está en dependencia, o que los magistrados vuelvan por el decoro de la justicia y digan – no podemos justificar la ocupación y confiscación de un medio de comunicación, que es inconstitucional-, y que tomen distancia del régimen, o que se produzca una contraorden de Ortega.

Nosotros apostamos a que la denuncia permanente de este hecho, que también es igual sobre la situación de 100% Noticias, va a llevar, más temprano que tarde, a la suspensión de esta confiscación; como también creo que en Nicaragua se va a suspender el estado de sitio de facto para abrir el camino de una eventual negociación, reforma política y elecciones.

Muchos se preguntan cómo trabaja el equipo de CONFIDENCIAL y  ESTA SEMANA, cuando se quedaron sin oficinas, sin estudio de grabación, incluso, sin espacio en televisión abierta para transmitir los programas.

Yo fui esta mañana a cerciorarme sobre cuál es el estado de la redacción de Confidencial en este inmueble que está ubicado en el reparto Planes de Altamira. Ahí  está la Policía, armada, ocupando nuestra redacción, es la misma situación que existe desde el 14 de diciembre del año pasado; igual que 100% Noticias, la diferencia es que en 100% Noticias está en una vía pública más transitada y hay más policías, y hay policías afuera del inmueble; en nuestro caso solamente están adentro.

¿Cómo trabajamos sin tener el derecho a nuestra redacción y habiendo sido robados de la mayor parte de nuestros equipos?. No puedo dar una respuesta en detalle, porque trabajamos cómo podemos; con las uñas;  trabajamos desde nuestras casas; gracias a la solidaridad de muchas personas que nos facilitan trabajar; utilizando la tecnología para comunicarnos de manera remota; apoyándonos, en la solidaridad de Teletica (canal 7 de Costa Rica) y de otras personas que están fuera de Nicaragua; y, sobre todo, manteniendo los pies, los ojos y los oídos en el terreno; comunicándonos con nuestra audiencia; reporteando los hechos;  y manteniendo nuestros principios como periodistas, de fiscalizar el poder, de investigar la corrupción, y de promover el debate público, a pesar de todas las dificultades que hay.

Nuestra redacción está en el corazón de nuestros reporteros, está en la mente de nuestro equipo, y en esa determinación de que, aunque nos sacaron del aire en la televisión abierta y en el cable, estamos en las redes sociales. Queremos volver a la televisión abierta, y vamos a volver; y queremos también recuperar la redacción de CONFIDENCIAL, porque tenemos derecho a trabajar. Y ese es el mensaje que yo he traído a Nicaragua como parte de este equipo.  Otros compañeros de la redacción, que estaban en el exilio también han regresado, Wilfredo Miranda regresó el propio lunes, también Elmer Rivas, y próximamente retornará otro compañero, porque creo que este es el momento de cubrir la gran historia que se va a producir en Nicaragua,  es una historia de parto, de dolor, pero también es una historia de esperanza, y es cómo se cambia una dictadura sangrienta de manera pacífica, de manera política, y tenemos que estar aquí para cubrir esa historia.

Desde su perspectiva, ¿Cuál es la demanda más urgente, en esa ruta que han trazado quienes buscan un cambio, democracia para Nicaragua?

La demanda más urgente es que cese la represión, que se restablezcan las libertades democráticas, que fue un acuerdo que el régimen hizo con la Alianza Cívica el 28 de marzo de este año, hay testigos, la Secretaría de la OEA y el Vaticano, Ortega se comprometió a restablecer lo que dice la Constitución y, por lo tanto, a suspender el estado de sitio de facto. Otro de los requerimientos es que se desmantele y se desarme a los grupos paramilitares, que fueron creados por el presidente Ortega. En mayo del año pasado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos recomendó que se desmantelara estos grupos parapoliciales, el Gobierno acepto esa recomendación en un acuerdo del primer diálogo nacional y no lo ha cumplido. De manera que, Ortega está en deuda con los nicaragüenses y con la comunidad internacional en esos dos grandes temas.

Evidentemente, en este momento la negociación está cerrada, la negociación se abrirá como resultado de la presión cívica, nacional e internacional, a la que deben sumarse también los grupos empresariales que rompieron con el régimen, que se separaron de la alianza que tenían con Ortega, que ya no forman parte de esa Alianza, pero que están convocados también a convertirse en actores democráticos y generar más presión.

La presión debe llevar a una negociación política, la negociación a una reforma electoral para ir a elecciones libres. Esto no es un conflicto armado, no es un conflicto bélico, pero tampoco se va a producir el cambio político solamente por la inercia, si no hay más presión. Mucha gente ha saludado nuestro retorno y habla de –el coraje de regresar a Nicaragua-. No, el coraje es de la gente que ha  mantenido la resistencia en Nicaragua durante estos 19 meses: los familiares de los presos políticos; las madres de los asesinados que están reclamando justicia; los periodistas independientes que han permanecido en el país; los estudiantes universitarios que fueron expulsados de las universidades, y siguen resistiendo.

Esa realidad, esa llama que está viva, yo creo que es lo que da esperanza de que, con mayor presión internacional, con esa combinación, con esa simultaneidad de la presión nacional y la presión externa, más temprano que tarde se va a llegar a una negociación porque este régimen no es sostenible, está provocando un colapso de la economía nacional, el empobrecimiento de centenares de miles de personas; está aumentando la migración hacia Costa Rica, y cada vez hay más presión de buscar una solución política urgente.


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Redacción Confidencial

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Confidencial es un diario digital nicaragüense, de formato multimedia, fundado por Carlos F. Chamorro en junio de 1996. Inició como un semanario impreso y hoy es un medio de referencia regional con información, análisis, entrevistas, perfiles, reportajes e investigaciones sobre Nicaragua, informando desde el exilio por la persecución política de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

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