4 de febrero 2024
La agrupación identificada como "Religiosas y Religiosos Nicaragüenses en la Clandestinidad" (RENEC) difundió una carta en la que comparten "el alivio" por la salida de prisión, la madrugada del sábado 13 de enero, de los obispos Rolando José Álvarez e Isidoro Mora, junto a otros 17 religiosos que fueron encarcelados entre las fiestas de navidad y año nuevo de diciembre 2023. Sin embargo, afirman "con rotundidad, que el destierro no es sinónimo de libertad".
"Compartimos el alivio del pueblo de Dios por la salida de las ergástulas del régimen (de Daniel Ortega y Rosario Murillo) de nuestros hermanos, pero reclamamos que su situación se ha venido a unir a la de otros compatriotas que son víctimas de crímenes de lesa humanidad", indican en el comunicado divulgado el 1 de febrero y publicado por el portal Religión Digital.
En el documento apuntan que creen recoger "el sentir del pueblo de Dios que peregrina en suelo nicaragüense" con "la esperanza abierta" de que la liberación de los 19 religiosos "se traduzca en una pronta recuperación de cada uno de ellos, y que su voz -unida a la de otros hermanos y hermanas desde el exilio-, sigan siendo fuente de valentía, resistencia y aliento para nuestra sufrida Nicaragua".
Además lamentan que Nicaragua, desde la crisis sociopolítica de 2018, ha perdido "entre el 10 y el 15% de la población debido a los asesinatos selectivos, desapariciones forzadas y destierros".
Presentes desde la clandestinidad
La denominada RENEC señala que están presentes "todavía rodeados por hombres y mujeres –jóvenes y no tanto- que tratamos de hacer lo poco para vivir el Evangelio de Jesucristo en medio de las comunidades en resistencia que se congregan en distintas zonas de Nicaragua".
"El pueblo de Dios 'desde las catacumbas' está vivo y cada día más fuerte", mencionan.
Indican que arrancan este 2024 "con el ánimo y la valentía que experimentamos desde las comunidades cristianas de toda Nicaragua que, en medio de la adversidad, continúan en resistencia desde la fuerza permanente del Evangelio de Jesús".
"En la persona de Jesucristo, resucitado y libertador de los pueblos, les manifestamos nuestra cercanía y oración. Siempre, como consagrados y consagradas, tengan la seguridad que estaremos acompañándoles como pueblo de Dios que peregrina en Nicaragua. En esta hora, nuestra palabra a ustedes es: '¡Ánimo!'", expresan.
Lamentan silencio de jerarquía eclesiástica de Nicaragua
En el pronunciamiento las religiosas y religiosos expresan su postura respecto a la primera parte del camino sinodal propuesto por el Papa Francisco y lamentan "el silencio de la jerarquía eclesiástica nicaragüense sobre los resultados de esta primera sesión".
"El Sínodo, tal y como nos ha orientado el Papa Francisco, propone a la Iglesia un cambio en las estructuras que pasa por una mayor inclusión de la mujer en las decisiones eclesiales. También aboga por dar espacio para la toma de decisiones desde las bases, es decir, desde nuestras comunidades creyentes en cada barrio, pueblo y región", detallan.
"Bajo esta lógica, mujeres y laicado en general están llamados a ser parte de nuestras decisiones como Iglesia que quiere ser “discípula y misionera” que acompaña a hombres y mujeres de nuestro tiempo en medio de las dificultades", agregan.
Los integrantes de RENEC insisten que esa propuesta del Sínodo de la Sinolidad "está en línea con las grandes mayorías de nuestro país, que lucha por una nueva sociedad en la que todos y todas seamos iguales, donde no exista ninguna forma de explotación, donde se potencie el derecho a disentir y dónde las decisiones importantes no estén en manos de una casta privilegiada de dirigentes o 'personas iluminadas'. El destino de Nicaragua, ayer como hoy, pertenece únicamente al pueblo nicaragüense".