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PJCH es referente de nuevas generaciones

Monseñor Báez exhorta a los nicaragüenses a perder el miedo y la indiferencia, que valora “tan marcada” en la Nicaragua que vivió PJCH y la actual

El dictador fracasó en aniquilar la pluma del político y dio vida a la inmortalidad de la otra

Wilfredo Miranda Aburto

11 de enero 2018

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“Supo vivir y sufrir por los otros”. Así sintetizó el martirio y el compromiso de Pedro Joaquín Chamorro con Nicaragua el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Silvio Báez, durante una eucaristía celebrada este miércoles en conmemoración del 40 aniversario del asesinato del Mártir de las Libertades Públicas.

La eucaristía fue presidida por el cardenal Leopoldo Brenes y monseñor Báez, quien ofreció una homilía en la que resaltó los valores cristianos, democráticos y humanos del legendario director del diario La Prensa. Los hijos, hermanos y demás familiares de Pedro Joaquín Chamorro asistieron la Catedral de Managua este diez de enero para cerrar con la misa la conmemoración del magnicidio.


“Hoy, hace cuarenta años, su muerte conmovió los cimientos de nuestro país”, recordó Báez. Pedro Joaquín Chamorro fue asesinado por unos sicarios de la dictadura somocista la mañana del martes 10 de enero de 1978 cuando viajaba hacia La Prensa en su automóvil Saab. Su muerte es considerada el punto de no retorno para el derrocamiento de una tiranía dinástica, que monopolizaba el poder a través de fraudes electorales, corrupción, violación a los derechos humanos, represión, una guerra declarada al periodismo independiente, entre otras truculencias.

Eucaristia 40PJCh

Miembros de la familia Chamorro Barrios durante la eucaristía en la Catedral. Confidencial | Wilfredo Miranda

Le fue arrebatada la vida pero dejó tras de sí una historia y un legado de integridad admirable, enraizada en valores humanos y cristianos permanentes, tales como la dignidad humana, la justicia social y la libertad, valores vividos por él a través de un tenaz compromiso ciudadano por ayudar a construir un país que luchaba y sigue luchando por volver a ser República”, proclamó Báez.

Pedro Joaquín Chamorro fue un hombre progresista para la política de su época. Abrazó la social democracia en Nicaragua cuando la tendencia bipartidista (liberales y conservadores) eclipsaba. En el sentido social, el héroe nacional hacia primar la doctrina cristiana que le fue inculcada desde niño. Una moral y ética cristiana preocupada por el prójimo.

“Un cristiano es un apasionado por la vida, capaz incluso de exponer la propia para que otros tengan vida; es alguien que lleva alivio, compasión y esperanza por donde quiera que pasa. Un cristiano irradia alegría, contagia libertad. Cree y sueña con un mundo nuevo”, definió monseñor Báez.

El obispo citó en su homilia la primera exhortación apostólica escrita por el papa Francisco, que define la fe: “una auténtica fe siempre implica un profundo deseo de cambiar el mundo, de transmitir valores, de dejar algo mejor detrás de nuestro paso por la tierra”. Para Báez, esa fe “nunca es cómoda e individualista”.

El ejemplo de Jesús curando a los creyentes fue recordado por el prelado e instó a ellos como sociedad nicaragüense “a llevar adelante hoy en nuestro país un serio proceso terapéutico social a favor de eso que llama el papa Francisco, ‘la salud de las instituciones de la sociedad civil’, lo cual supone ‘crear una nueva mentalidad que piense en términos de comunidad, de prioridad de la vida de todos sobre la apropiación de los bienes de parte de algunos’”.

A juicio de Báez, la existencia y el legado de Pedro Joaquín Chamorro recuerda que cuando el amor cristiano arraiga en un corazón humano siempre se manifiesta como interés por la vida de los otros y como lucha apasionada por la dignidad y libertad de los seres humanos. “Al estilo de Jesús. Sin compromisos deshonestos, sin cortapisas, sin negociar los grandes valores”, resaltó.

“La vida y el pensamiento de Pedro Joaquín Chamorro es un punto de referencia y un ideal inspirador necesario para una nueva generación de ciudadanos nicaragüenses que deberán encaminar el país hacia una democracia madura, participativa, sin las lacras de la corrupción, de las colonizaciones ideológicas, las pretensiones autocráticas y las demagogias baratas”, afirmó el obispo, parafraseado al Papa Francisco, quien le dijo algo parecido a políticos colombianos en 2017, durante su viaje a ese país sudamericano.

Báez exhortó a los nicaragüenses a perder el miedo y la indiferencia, tan marcada en la Nicaragua que vivió Pedro Joaquín Chamorro y la actual.

“Una nueva generación que superen la indiferencia y el miedo y se esfuercen por construir una sociedad fundada en la justicia social y la libertad, el uso responsable de los bienes de la creación y el desarrollo sostenible, la fraternidad, la inclusión social y la pluralidad ideológica”, recomendó el prelado.

Para el obispo, el legado del Mártir de las Libertades Públicas sigue vigente. Y desde la óptica de la iglesia Católica, Pedro Joaquín Chamorro “vivió desviviéndose y ahora vive para siempre. Murió mostrándonos cómo vale la pena vivir: dando la vida”.


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Wilfredo Miranda Aburto

Wilfredo Miranda Aburto

Periodista. Destaca en cobertura a violaciones de derechos humanos: desplazamiento forzado, tráfico ilegal en territorios indígenas, medio ambiente, conflictos mineros y ejecuciones extrajudiciales. Premio Iberoamericano Rey de España 2018.

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