12 de septiembre 2015
AA
La primera comisionada Aminta Granera reveló este miércoles, en el acto de celebración del aniversario de la Policía Nacional que Nicaragua tiene apenas 8.6 homicidios por cada 100 mil habitantes y que las denuncias de delito han disminuido en un 16%. La información se origina en el informe anual Septiembre 2014-Agosto 2015 de su gestión, pero el documento no ha sido presentado al público.
Según estos datos, Nicaragua sigue siendo el país más seguro de Centroamérica, y sería comparable a países como Canadá y Chile. Sin embargo, para el experto en temas de seguridad Roberto Orozco, que no se dé a conocer el informe anual es un indicio de que pueda existir un sub-registro de las estadísticas. “Subjetivamente se percibe que el comportamiento delictivo y la violencia en Nicaragua se están incrementando”, dijo Orozco.
El analista asegura que la política de secretismo de gobierno ha afectado la credibilidad que puedan tener este tipo de informes e indica que las cifras de denuncias no necesariamente reflejan la realidad delictiva del país, pues también hay casos que nunca se denuncian, sobre todo en el sector rural.
Para Orozco, el discurso oficial de “vivir bonito, vivir sano y vivir bien” ha calado directamente en como la policía nacional presenta los datos en materia de seguridad. “Queremos mantener un espejismo de que somos el país más seguro y menos violento del Centroamérica. Estamos ante una incertidumbre que la policía pretende despejar como que tiene la última palabra en materia de delito”, dijo el experto.
Por su parte, la directora del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (IEEPP), Elvira Cuadra, considera que la no publicación del anuario estadístico de la policía deja sin referencias importantes a las organizaciones y expertos que investigan el tema. “Esa es información pública y como tal, lo más apropiado es que esté al alcance de la ciudadanía en general, sobre todo porque la práctica institucional ha sido hasta hace poco ponerlo a la orden del público”, indicó la socióloga.
Los expertos coinciden que si bien tenemos estadísticas oficiales (registros de denuncia) que expresan que Nicaragua tiene una situación de riesgo menor que otros países de la región, eso no significa que el escenario de seguridad sea sosegado. Para Cuadra, que se asegure siempre que el país sea el más seguro de Centroamérica es una ‘verdad relativa’ que se ha ido modificando con el tiempo, sobre todo por el cambio en el contexto del país.
Casos recientes como la masacre de Las Jagüitas, la matanza de 5 policías en la zona de Bluefields o el caso de Samir Matamoros, plantean un nuevo panorama para 2016. Para Orozco, las cifras de homicidios, que según la policía son 8.6 por cada 100 mil habitantes, tendrán que incrementarse necesariamente para que correspondan con la realidad.
“Esa tasa tiene que incrementarse objetivamente , las muertes que estamos sufriendo por violencia en el campo, que estamos sufriendo entre colonos y Miskitos, por incidencia de grupos armados, necesariamente la violencia política y la violencia social se están disparando”, pronosticó el investigador.
“En términos de ese indicador específico, estamos mejor que otros países de la región, pero es importante atender el caso de regiones o localidades específicas donde presenta variaciones con porcentajes bastante cercanos al del resto de Centroamérica”, añadió Cuadra.
En este sentido, los departamentos con mayor incidencia de homicidios son Managua y las dos regiones autónomas del Atlántico, según informó la jefa de la Policía Nacional.
La percepción de la ciudadanía
La comisionada Granera también destacó en su discurso, frente a los altos mandos de la policía nacional y el comandante Daniel Ortega, que entre 2014 y 2015 las denuncias de violaciones disminuyeron en un 22%. Asimismo, expresó en su reporte que en el período se redujeron en un 9% los robos con intimidación. Según Granera, de cada 100 denuncias recibidas por la institución, 87 son esclarecidas y pasan a los tribunales correspondientes.
En diciembre de 2014 el IEEPP realizó la VII Encuesta sobre percepciones de seguridad en la que entrevistó a 1,721 personas en todo el país, tanto en el sector urbano como rural. La investigación refleja que los robos son el problema de seguridad más importante según los encuestados, con un 72.7% y que la ciudadanía está preocupada por el incremento de casos de violencia de pandillas y narcotráfico.
“En los últimos dos o tres años se ha venido presentando cambios en el nivel de violencia de algunos delitos como los delitos sexuales y femicidios; la complejidad de las operaciones de crimen organizado y la conflictividad social y política”, indicó Cuadra. En el estudio se refleja que los ciudadanos consideran que hay un alza en los asaltos con armas y que la incidencia paso de 21.8 % en 2013 a 37.7 % en 2014.
